En el precioso edificio, estilo inglés, al lado del hotel está mi casa.
Antes
el Antiguo Hotel no sobrepasaba la altura….Ahora lo podéis
ver.
El
solar del hotel es tan privativo como mi vivienda. En cambio, los responsables
del ayuntamiento y de la Fundación , que son los
mismos, han favorecido al solar y a las obras, en deterioro de mi casa y en
perjuicio de mi economía.
Los
dos, únicos, vecinos y propietarios, todos ellos, relacionados con la
construcción y con el ayuntamiento, en vez de reclamar los daños, a la
constructora, Fundación
o al ayuntamiento. Se han dedicado a desgraciar mi vida y anular todos mis
derechos, constitucionales, con la ayuda y beneplácito de la Fundación Manuel Calvo.
Por
más abogados que contrate tengo siempre las de perder. Los vecinos son
dos, pero aquellos que les protegen y consienten son muchos. Y están empeñados
en que me calle y pague los desperfectos que me han ocasionado, las obras del
hotel y las obras
que realizó, el vecino del segundo piso.
¡Pues
no me pienso callar! Por más que deseen que…
María
Evangelina Cobo Zaballa
Castro-Urdiales (Cantabria)