viernes, 6 de enero de 2012

¡YO SOY MÍA!




¡Eso es lo que soy, mía! 



Lo escribí hace mucho y sigo pensando igual. No renuncio a ninguno de mis derechos, pase el tiempo que pase y hagan lo que me hagan. Lucho por mis derechos robados, cuando puedo, no, cuando quiero. Pero, los llevo a cabo, o, por lo menos lo intento... ¡que ya es bastante! Rodeada como estoy de delincuentes profesionales de lo ajeno y con poder.
Siempre he sido así. Recuerdo las agresiones sufridas por seres queridos desde la muy tierna infancia y he actuado según mis principios y criterios. Estos son, ni más ni menos, los que todos los credos y grupos defienden pero que en realidad no cumplen. Los universales son inherentes al ser. Hasta el más olvidado sabe en su interior lo que es justo y lo que no.
La lista de mis actuaciones es innumerable y comenzó cuando apenas tenia ocho añitos. Presencié la agresión. Socorrí a la herida que tenía más de ochenta años. Fui a pedir ayuda y solita, saqué a la querida anciana del lugar del crimen. Cuando tuve que declarar, no me achiqué a pesar de todos los sobornos que había sufrido. Sobornos que me vi obligada a aceptar para que los agresores pensasen que, con ello, me iban a callar.
Fue la época más rica de mi niñez cada semana recibía de paga, en vez de, la perra, un real que a partir de, entonces, me parecía más bonito que el duro de plata porque era mío y estaba bien guardado. El real tenía un agujero por donde metía un cordón que llevaba atado al cuello. Gastaba el real de a veces para que mi abuela, Flora, no preguntara lo de la chica del diecisiete… “Donde se mete la chica del diecisiete de donde saca pa/ todo lo que destaca…”
En Sao Paulo tuve que hacer frente a otra prueba de vida. El Dr. Takeo, el Sr. Tertuliano y mi madre, en paz descansen, sabían mi modo de ser y de mi responsabilidad. Amigas y vecinas eran testigos mudos.
En la universidad de Deusto, preferí tener que cambiar de universidad y perder dos años de mi sacrificada vida, antes, de renunciar a la verdad de los hechos que habían sucedido. Llevé notario, pero, de nada valió. El secretario y padre, Scheifler, intentó ayudarme por todos los medios. No fue posible para, ello, tenía que condescender e ir a los exámenes de febrero.

-¡Nunca! No he llegado hasta donde estoy para, a estas alturas, por un miserable papelote, decir, sí, Buana donde tengo que decir que le zurren la badana. Es más, le dije, tenga certeza que a mí no me conocerán por haber estudiado, en la Universidad de Deusto, sino que a la Universidad Deusto la conocerán por mí-

Conservo con cariño su amable carta.
Luego vino el caso de los niñitos de Portugalete, de lo que mucho pueden hablar,  Paco, el bueno, Tere Ferrer y los afectados. Poco me importó tener  persiguiéndome con cuchillo al desalmado. Fui testigo principal y no me corté ni un pelo y sino que lo diga, Blanca Estrella… Después lo de Wisconsin…Y, a toda esa larga lista añadir ciento de denuncias relacionadas con injusticias y abusos de todo tipo y condición.
Esté donde esté y en el lugar que esté, podéis tener absoluta certeza que denunciaré y actuaré, allí, donde pueda, cuando pueda y cuando me dejen. Por eso, los corruptos de donde sean y de la condición que ostenten, no me quieren ver ni en foto.
Lo más reciente que me han hecho es darme de baja del partido, diciendo, que no pagaba la cuota y otras cositas que, ahora, mejor callar..., (eso no quiere decir que no se sepa y que no esté denunciado, en todos los lugares donde he podido). Y, todo, porque critiqué que, no se debe dar subvenciones del dinero público para viajes, sea, a las asociaciones de mujeres o asociaciones de hombres. ¡Y menos percibiendo cuotas de más de dos mil socias! También, puse los puntitos sobre la falta de control y prevención, en otras tantas decisiones… ¿Será que para ser partido tienes que estar partida y serte infiel?
Si, así, es, podéis quedaros incluso con *(1) el rosario de mi madre… que os recuerdo, hasta, que me parió tenía el coño virgen y nunca fue ni puta ni japuta. ¡Si, cretinos, soy del santo y virginal coño de mi madre! ¡A ver quién es el chulo que me lo discute!
Yo, soy mía. Sí, mía que significa ser fiel a mis principios y criterios. ¿Os parece mal? Pues, tomároslo con Okal porque seguiré por los siglos de los siglos, amén, igual.*(3)


*(1) El rosario de mi madre
Vals Peruano
Autor: Mario Cavagnaro
*(2) PROEL: Algunos de mis escritos en, Colectivo de Mujeres La pimienta.






















María Evangelina Cobo Zaballa
Castro-Urdiales   (Cantabria)