Como tú bien sabes, Watson, mi fuerte son las finanzas y no es que sea accionista ni invierta en banca. ¡Qué más quisiera con los chollos que se traen, y, sobre todo, se llevan los cerditos de oro!
A mi, lo que me priva es la compra venta. La acción de moverme entre las gentes
y que el dinero haga su función de trueque y bien estar.
Ni
que al pelo, todas las fincas compradas
durante y después del matrimonio han sido fruto de mi capacidad. Es más, menos
una finca, las propiedades de mis padres, en España, fueron localizadas por mi
pericia. Unos cuantos alumnos han comprado el piso que les he indicado y la Maritere , cuando me
encontraba, en el limbo confesional,
tomó nota de un piso que sugerí como negocio redondo. Presto el de la calle, San Juan, encontró dueño.
-¡Qué
te pensabas so cacho delincuente que no me iba a dar cuenta! Tú y la Arancha , alias, Lanotaria…Y
vete diciendo a tu esposo mantecoso que a quién tiene que controlar es a ti…por
lo que es a mí, ¡ya puede ir dejándome, en paz¡ porque a la próxima, cuelgo la
foto de Jacinto Lococo y familiares,
vuestros, en Sicilia-
Me encanta ir de la ceca a la meca buscar, comparar y ¡Zaca!
¡Pájaro en mano! Ya sabes…cosa de familia…las abuelas
que me formaron eran el alma mater de los negocios familiares.
Desde
que me reconozco recados y compras hacen
parte de los pequeños placeres cotidianos.
No me gusta regatear. Sin embargo, me
seduce presenciar escenas de regateo,
principalmente, cuando después del cortejo al verde y por medio céntimo dejan a la infeliz lechuga tirada y sin consuelo.
¡Peligro consolidado el regateo trae pocas ganancias y muchos disgustos! ¡La de
arranca mechones y trajes confeccionados tras la contienda!
A medida que iba ganando grados ¡como el buen vino!
Tomé la costumbre de analizar la
economía global. En ese mundillo estaba cuando llegué a la conclusión que no
convenía tener el parné en tal Caja,
precisamente, donde tenía cuatro cuartos reservados por si las moscas. Ya
sabes, Watson, como no se ha cotizado por mí trabajo, lo bastante, como para
alcanzar pensión; la ganancia que obtenía con la compra venta, después, de la
manutención de los míos iba acomodando, poquito a poquito, un colchoncito
Resulta
que iba a ser que las cajas tenían un trasfondo peligroso y que pronto harían
aguas. Reflexioné, indagué y decidí poner la grana, en otra cesta. Comuniqué el cambio de sucursal
bancaria a los diferentes organismos y domicilie los recibos. Faltaba uno por domiciliar
era la cuota del PSOE. Fui al local y le comenté al responsable de finanzas que
no enviasen el recibo porque había cambiado de sucursal y que en cuanto tuviera tiempo le enviaría el nº
de cuenta. ¡No te preocupes!
Así
quedó la bola maravillosa…
Al
de un tiempo fui a regularizar la cuota. Me acerque al local. Toco el timbre. Y
escucho una voz de fondo que dice: “ahí viene esa hija de puta”. No me había dado
cuenta que gastaban de lo moderno y que
me podían ver…Yo, ¡ni mu! Quería saber quién había vaciado las íntimas alcantarillas.
Entré y me dirigí a la oficina. Saludé a los miembros presentes y eché una
ojeada hasta localizar la cámara. Difícil tarea era saber cual de los tres
hijos del heno era el menos bueno. Me dirigí al hermosote y le dije: Como te prometí vengo a
darte el número de cuenta. Sin mirarme y haciendo que hacía lo que nunca hace, me dice… No hace falta que traigas nada porque ha pasado el plazo y te hemos
dado de baja. Si quieres…para el año que viene… Le contesté diciendo, pero, si,
te dije que…Y, sin dejarme terminar la frase…Se puso a mover la cabezota
mientras repetía…sí…ya sabemos quién eres ¡anda…que…te…conocemos!
Miré
aquel grupo a lo Tricicle y le dije. Me parece que te has equivocado. Yo, a ti,
no te conozco y si te distingo es porque estás representando a un partido en el
que estoy afiliada. No sé quien eres ni me preocupa, no obstante, haré lo
imposible para averiguar con quien hablo… Y, en lo que dice respecto a mi
persona dudo mucho que me puedas conocer hace veinte años que no vivo en
Castro.
Cuando
estaba a punto de dejar el recinto me dirigí a los tres mosqueteros y les dije….Os voy a dar una pequeña muestra de
cómo soy y cual es mi proceder… Me
gustaría deciros lo siguiente: las personas que llaman puta a la
madre de otros vacían sus cloacas internas fruto de la mala educación. No me siento
ofendida y mi madre ídem de ídem
sabiendo como se las gastan las
boquitas pintadas con semejante carmín. ¡Tener mucho cuidadin! porque lo que
decís dentro se escucha fuera y el puesto que ocupáis merece otras formas y tales calificativos sobran… ¡Si… no era por ti! Saltaron los tres salidos de flores estábamos hablando de…Peor, contesté, porque
el otro, y, sobre todo, su mamá no están delante para poderse defender…
-En
ese momento me vino al hilo de la memoria el chocho que se montó cuando unos
afiliados, familiares, de otros, sintiéndose
agraviados y por defender a los
suyos se liaron a guantazo limpio y sacudieron las pulgas a Luisita… Ni qué decir
tengo la que se hubiera montado, si, el
innombrable y demás miembros supiesen lo ocurrido… el Tricicle hubiera
recorrido el pueblo a saltos de mata… ¡Buenooo!-
Y
el asunto de la cuota veré qué tengo que
hacer…probablemente, enviaré un expongo al Comité Local del PSOE.
Pasado
un tiempo me enteré que los tres eran el
padre del secretario, su escudero y el encargado de finanzas. También, supe
quién era el administrador de las cuotas y sus asuntos piramidales. Gracias a
los informes de un buen farmacéutico me puse al corriente de las bolas
maravillosas.
Envié
un escrito dirigido al Comité del PSOE de Castro-Urdiales haciendo un pequeño
balance de mi vida y preguntando porqué me habían borrado del partido. Como
pasaba el tiempo y no obtenía respuesta, pregunté al Sr. Don, Jesús Morlote y al Sr.
Don, Abarrategui, si, sabían cuando el comité local iba a dar respuesta a lo
interpuesto. Me dijeron que no sabían… al igual que las llaves y las catas de Portugalete... ¡Sigo esperando!
¿Y, tú, Watson, qué has encontrado algún cerdo?
* Escrito dirigido al Comité del PSOE
María
Evangelina Cobo Zaballa
Castro-Urdiales (Cantabria)