jueves, 18 de octubre de 2012

CASTRO-URDIALES BAJA DEL PSOE







Como tú bien sabes, Watson, mi fuerte son las finanzas y no es que sea accionista ni invierta en banca. ¡Qué más quisiera con los chollos que se traen, y, sobre todo, se llevan los cerditos de oro!
A mi, lo que me priva es la compra  venta. La acción de moverme entre las gentes y que el dinero haga su función de trueque y bien estar.
Ni que al pelo,  todas las fincas compradas durante y después del matrimonio han sido fruto de mi capacidad. Es más, menos una finca, las propiedades de mis padres, en España, fueron localizadas por mi pericia. Unos cuantos alumnos han comprado el piso que les he indicado y la Maritere, cuando me encontraba,  en el limbo confesional, tomó nota de un piso que sugerí como negocio redondo. Presto  el de la calle, San Juan, encontró dueño.

-¡Qué te pensabas so cacho delincuente que no me iba a dar cuenta! Tú y la Arancha, alias, Lanotaria…Y vete diciendo a tu esposo mantecoso que a quién tiene que controlar es a ti…por lo que es a mí, ¡ya puede ir dejándome, en paz¡ porque a la próxima, cuelgo la foto de Jacinto Lococo  y familiares, vuestros, en Sicilia-

Me encanta  ir de la ceca a la meca buscar, comparar y ¡Zaca! ¡Pájaro en mano! Ya sabes…cosa de familia…las  abuelas   que me formaron eran el alma mater de los negocios familiares.
Desde que me reconozco  recados y compras hacen parte de los pequeños  placeres cotidianos. No me gusta regatear. Sin embargo,  me seduce presenciar  escenas de regateo, principalmente, cuando después del cortejo al verde y por medio céntimo dejan  a la infeliz lechuga tirada y sin consuelo. ¡Peligro consolidado el regateo trae pocas ganancias y muchos disgustos! ¡La de arranca mechones y trajes confeccionados tras la contienda!
A medida que iba ganando grados ¡como el buen vino! Tomé  la costumbre de analizar la economía global. En ese mundillo estaba cuando llegué a la conclusión que no convenía tener el parné  en tal Caja, precisamente, donde tenía cuatro cuartos reservados por si las moscas. Ya sabes, Watson, como no se ha cotizado por mí trabajo, lo bastante, como para alcanzar pensión; la ganancia que obtenía con la compra venta, después, de la manutención de los míos iba  acomodando,  poquito a poquito, un colchoncito
Resulta que iba a ser que las cajas tenían un trasfondo peligroso y que pronto harían aguas. Reflexioné, indagué y decidí poner la grana,  en otra cesta. Comuniqué el cambio de sucursal bancaria a los diferentes organismos y domicilie los recibos. Faltaba uno por domiciliar era la cuota del PSOE. Fui al local y le comenté al responsable de finanzas que no enviasen el recibo porque había cambiado de sucursal y  que en cuanto tuviera tiempo le enviaría el nº de cuenta. ¡No te preocupes!
Así quedó la  bola maravillosa…
Al de un tiempo fui a regularizar la cuota. Me acerque al local. Toco el timbre. Y escucho una voz de fondo que dice: “ahí viene esa hija de puta”. No me había dado cuenta que gastaban de lo  moderno y que me podían ver…Yo, ¡ni mu! Quería saber quién había vaciado las íntimas alcantarillas. Entré y me dirigí a la oficina. Saludé a los miembros presentes y eché una ojeada hasta localizar la cámara. Difícil tarea era saber cual de los tres hijos del heno era el menos bueno. Me dirigí al  hermosote y le dije: Como te prometí vengo a darte el número de cuenta. Sin mirarme y haciendo que hacía lo que nunca hace, me dice… No hace falta que traigas nada porque ha pasado el plazo y te hemos dado de baja. Si quieres…para el año que viene… Le contesté diciendo, pero, si, te dije que…Y, sin dejarme terminar la frase…Se puso a mover la cabezota mientras repetía…sí…ya sabemos quién eres ¡anda…que…te…conocemos!
Miré aquel grupo a lo Tricicle y le dije. Me parece que te has equivocado. Yo, a ti, no te conozco y si te distingo es porque estás representando a un partido en el que estoy afiliada. No sé quien eres ni me preocupa, no obstante, haré lo imposible para averiguar con quien hablo… Y, en lo que dice respecto a mi persona dudo mucho que me puedas conocer hace veinte años que no vivo en Castro.
Cuando estaba a punto de dejar el recinto me dirigí a los tres mosqueteros y  les dije….Os voy a dar una pequeña muestra de cómo soy y  cual es mi proceder… Me gustaría deciros lo siguiente: las personas que llaman puta a la madre de otros vacían sus cloacas internas fruto de la mala educación. No me siento ofendida y mi madre ídem de ídem  sabiendo como se las gastan  las boquitas pintadas con semejante carmín. ¡Tener mucho cuidadin! porque lo que decís dentro se escucha fuera y el puesto que ocupáis merece otras formas y  tales calificativos  sobran… ¡Si… no era por  ti! Saltaron los tres salidos de flores  estábamos hablando de…Peor, contesté, porque el otro, y, sobre todo, su mamá  no están  delante para poderse defender…

-En ese momento me vino al hilo de la memoria el chocho que se montó cuando unos afiliados, familiares, de otros, sintiéndose  agraviados y  por defender a los suyos se liaron a guantazo limpio y  sacudieron las pulgas a Luisita… Ni qué decir tengo la que  se hubiera montado, si, el innombrable y demás miembros supiesen lo ocurrido… el Tricicle hubiera recorrido el pueblo a saltos de mata… ¡Buenooo!-

Y el asunto de la cuota veré qué  tengo que hacer…probablemente, enviaré un expongo al Comité Local del PSOE.
Pasado un tiempo me enteré que los tres  eran el padre del secretario, su escudero y el encargado de finanzas. También, supe quién era el administrador de las cuotas y sus asuntos piramidales. Gracias a los informes de un buen farmacéutico me puse al corriente de las bolas maravillosas.
Envié un escrito dirigido al Comité del PSOE de Castro-Urdiales haciendo un pequeño balance de mi vida y preguntando porqué me habían borrado del partido. Como pasaba el tiempo y no obtenía respuesta,  pregunté al Sr. Don, Jesús Morlote y al Sr. Don, Abarrategui, si, sabían cuando el comité local iba a dar respuesta a lo interpuesto. Me dijeron que no sabían… al igual que las llaves y las catas de Portugalete... ¡Sigo esperando!
¿Y, tú, Watson, qué has encontrado algún cerdo?

* Escrito dirigido al Comité del PSOE































María Evangelina Cobo Zaballa
Castro-Urdiales   (Cantabria)