Tenia mis razones para frecuentar cierta tienda de Castro-Urdiales…Estaba segura que encontraría algo que me indicase porqué el difunto en sus escritos la llamaba conejita…
Y
porqué tenía fotos de la moza siendo como era menor de edad…
Como
de costumbre la realidad superó la ficción. ¡Menuda ficción! Y, así lo cuento
porque así sucedió…
Apenas
había trascurrido dos días de mis visitas a la tienda cuando comenzaron a
desfilar dos ejemplares dignos de ocupar lugar meritorio en las cloacas
sociales. Solo su aspecto tiraba para atrás. Y cuando abrían sus boquitas
depravadas te entraba un repelús insoportable.
Los
dos parecían haber sido confeccionados por el mismo patrón. No hablaban que no
se encendía la lucecita roja de la burda mentira y faroleo. Uno decía ser el
hermano del sobrino del cónsul de no sé que estado americano. A continuación,
que si fulanita de tal era esto…que si el menganito, esto otro…Uiii…pensé,
cuando veas las barbas del vecino pelar… ¡Nada, descartado, personaje al canto
y digno de estudio!
Pero,
el hermano del primo del embajador de la peña, el Cuco, había trazados sus
planes para mí…Y se había empeñado en que fuera a tomar un café… ¿Café? ¿Con
semejante mancebo? ¡No seria la hija de mi madre quien iría, no! Y el ejemplar
comenzó con la rondalla…Y la conejita mandaba a sus hijitos a ver dónde me
encontraba y el hermanito de la conejita que no tenía trabajo lo encontró…
Y
yo... que sabía lo que quería saber…dejando hacer…y tomando notas…nombres…Y el tío
del embajador de la plaza de toros…por las esquinas invitándome a tomar café…Y
yo tomando notas y más notas…el amigo del amigo, el yerno, las hijas y demás
miembros mayas…Cuando tuve el retrato completo y supe por aquel morro de cerdo
abominable que si le habían puesto una bomba porque creían que era traficante,
dije para mis adentros…. ¡Fueeeeera!
Nada
más entrar en la tienda aparecía el aparecido y yo, con la misma, me iba. Dejé
de saludarle y el insistía e insistía…Como no contestaba a sus saludos pasaba
por mi lado y hacía gestos como que tenía mucha amistad conmigo. Percibí, con
asombro, que el gorrrión gesticulaba y me enseñaba todos sus dientes,
principalmente, cuando estaba acompañado de varón. Luego, alguno de aquellos
acompañantes querían a toda costa intimar conmigo… ¡Jope, hasta donde llega el
querer estar bien, el bien estar!
Comenté
lo que me sucedía a unos conocidos y le dije a la hora que iba a aparecer, el
aparecido, y que estuvieran al tanto. Dicho y hecho. Me esperaba el sobrino del
cónsul del burdel de los impíos. ¡Allí estaba el cretino! Paso directa. Y él insistiendo, en el saludo y rodeado de
personas amigas de la tienda, conejos y finas yerbas, en liquidación. Le dejo
interpretar su habitual ritual, sonrisitas ortopédicas saluditos a granel y
posturitas varias…Me giro y le digo, en alto y en mitad de los jardines: “Te
vuelvo a repetir que tu persona no me interesa para nada y como insistas en
hacer ver que me conoces te voy a denunciar. Esto se llama acoso ¿Vale? ¡Nueva
prenda para la colección! No deja de desfilar y turnarse con los demás vestidos
y cuando no, manda una chaqueta familiar. El último viernes del mes mandó a uno
de los íntimos sentarse a mi lado. ¿Lo ves so cacho buscón refinado como,
también, tengo quién me hacer estar bien y bien estar?
¡Ojo!
¡Vete con esa rosa apestosa a plantarla, en otro jardín! Que lo que es el mío
cuando necesita riego lo toma de la cuenca del más profundo y cristalino
manantial. No soy, ni ano ni ana. Ni gloria, al padre, al hijo y al espíritu
santo…No consumo alcohol. Ni fumo ni me interesan los estupefacientes No tengo un hermano que sea marajá de
Majadahonda…. ni de Morelos, Cuernavaca… Y
le dices al cónsul, que en otoño se asan
muy buenas castañas… ¡Toma castañas!
Veo…veo…
Ayer
fui a Portugalete. Finalmente, la comunidad había concertado día y hora para
hacer las catas que habían solicitado en mi vivienda. Sería el lunes, cinco de
noviembre a las diez de la mañana.
Nada
más salir de casa... uno de los habituales…haciendo la ronda. Está relacionado con la
adjudicación indebida de mis gananciales y con la Iglesia.
Llego
a Portu y nada más entrar a tomar un
café y aparece el que se hacia pasar por mi amante. Amigo íntimo de Olatz y
familia que, a la vez, tiene negocios con uno de los queseros de Castro. El
hijo del, amantis ictutantis, es amigo
del novio de la hija de un relojero, en Castro-Urdiales, cuyo padre está relacionado con el primer personaje
encontrado. Es de suponer que pertenecen a la misma parroquia.
De
vuelta a casa, en la cera de enfrente, el monaguillo. Un señor que ayuda en las
misas y que al más puro estilo Colombo, gabardina periódico y toda la mosca, ha estado circulando
alrededor. Su mujer se pasaba los días acercándose y preguntándome,
insistentemente, si yo era roja o amarilla, para luego alabar a la familia del
Excmo., e Ilmo., Gaetano Lo Coco Cortázar.
Hasta
hace poco, no podía saber quién era quién. Jamás me ha preocupado la
procedencia ni el origen de nadie. ¡Gracias a Dios, crecí en la iglesia del
Jesús Cristo vivo! Dicen los malévolos que son de los Opus… ¡Como si son de las
Sopas!
* El detective Colombo y la trama Gurtel
https://www.youtube.com/watch?v=3YmhPEB8zDo
Documentos
Alla vera carne de mi carne…
Memoria histórica: el
trapicheo
Carta abierta a un Excmo., e
Ilmo., Porco
El comedor de anchoas
María
Evangelina Cobo Zaballa
Castro-Urdiales (Cantabria)