lunes, 18 de marzo de 2013

LA RATONERA DE CANTABRIA





Watson…si aún no has encontrado un cerdo con label…
¡Ni te preocupes! Porque aquí donde me ves y sin tanto abolengo, como tienes tú, con las hermanas Gilda, el reporter Tribulete y la T.I.A hemos encerrado a una piara.
Y… ¿A que no sabes donde se encuentran? ¿Te acuerdas que te dije que cuando mis padres emigraron a Brasil nos fuimos a vivir a casa de los abuelos? Pues, ahí, en el mismo portal, en la misma escalera.
¡Qué pequeño es el mundo y cuanto de grandes son las charcas! La de veces que habré pasado…lo cerca que tenía a los tres cerditos y a Peggy Sue. Justo, en la manzana de mi  infancia, frente a las Figurinas,  al lado de la fábrica de Peña.
Ya, no andan los gatos por los tejados ni está el patio ni la buhardilla de los abuelos. Ya, no está  la fresquera en la ventana ni  el retrete en el balcón, ni   en los aleros  los nidos de golondrinas…
Han remozado el edificio, está como le hubiera gustado a la señora, Victoria. Recuerdo salía al balcón y le decía a su hija que  trajera medio kilo de zancarrón donde la Chupina cuando, en realidad, según mi abuela Flora lo que traía era un hueso de babada y patas de gallina…
Sí, le han rehabilitado. Pero…parece estar muerto…como que no corre la vida por sus ventanas ni escaleras…Dicen que si es un edificio ratonera…que si no tiene licencia de obra nueva…y…que si han reconvertido el edificio en una gigantesca peluquería y que si las extensiones llegan hasta el mismísimo Parlamento de Cantabria… ¡Claro está! Pasando primero por el ayuntamiento, la oficina de correos y el edificio, Las Palomas, que tampoco tiene licencia de obra nueva.  
La T.I.A y las hermanas Gilda dicen que sí desde la peluquería exportan postizos, pelucas y extra pelos. Que si... en un  piso... hay una lavandería  que tiene unas cuantas  furgonetas camufladas y hacen el reparto matinal de rizos, bisoñés y pestañas por los portales del clan. 
¡Qué de ángulos tienen que salvar! ¿Verdad?


* Estoy ataca
Martirio


* No os olvidéis tricicle que: las pelotas son sagradas y para cuando vengan vuestros amigos habrán rodado. ¡Así que ya sabéis! Si queréis hacerme la ronda  diaria como tenéis costumbre,  una de dos o alquiláis la armadura que tiene el bellotero de la calle la Mar  o vais a tener que llevar escolta. Porque no os voy a consentir más que estéis acosándome sin defenderme. ¡Ah! Se me olvidaba… últimamente... me da por entrar en los portales… 

María Evangelina Cobo Zaballa
Castro-Urdiales   (Cantabria)