¿Por qué piensas, Watson, que me ha pasado en Portugalete? Te suena? https://www.youtube.com/watch?v=wy04c-6DEgE Entre muchas cosas porque parece
ser que los cuatro y el del tambor tenían otras miras para él - Te recuerdo que
el edificio de Portugalete solo tiene tres pisos y tres propietarios. Cuando le
compré, el 2º estaba vacío y sus
propietarios vivían, en Argentina. Antes de ir a vivir a Las Arenas había preguntado por el piso de
Portugalete… como puedes ver llevaba una pila de años sin vender-
Llegué vi las posibilidades que me brindaba el inmueble y en tres días le compré. En media palabra,
les chafé el plan. El caso es que idearon lo de las llaves y complementos.
Sabían que la mayor parte del día estaba sola, no fue difícil conocer mi
horario de compras, recreo y
desplazamientos Comenzaron el control
por las esquinas y el acompañamiento de
vecinos, amigos y familiares, todos,
relacionados con el ayuntamiento y gremios de la construcción. Cuando me
di cuenta seguí como si nada para tirar del hilo y enhebrar bien las
agujas…Pero eran más y con poder, absoluto, sobre las personas y las cosas y me
hicieron lo que les apeteció… ¡Ya sabes como se las gastan los nazis!
Sí,
¡nazis! Esa tortolita, su familia y amiguitos, con sus apellidos rimbombantes,
abrasantes y aplastantes, cuando veían que iba a cambiar la cerradura… ¡Atento,
Wa, con una llamadita y una ofertita de trabajito clientecitos y dinerito… la copia de las llaves estaba
garantizada…¿O no?
¡Anda, Watson, no pongas esa cara! Hay gente
para todo… y cuando campa el becerro de
oro…Adorado sea el Santísimo sacramento del altar y la virgen concebida sin
pecado original…
Y
así pasaron muchos años…He gastado más en cerraduras y cerrajeros que en un
viaje, al Paraty… ¡Con las ganas que tengo de ir, con el amor, allí!
Después
de la muerte de Jacinto, volvimos a Castro-Urdiales, en la casa de gananciales, o
sea, en la comunidad de Menéndez… y como te vengo explicando se abrió,
nuevamente, la veda y aquí se repetía lo mismo que en Portugalete.
Era
idéntico método y tipo de personas haciendo
lo mismo. Una diferencia marcaba el camino. Somos nacidos en Castro-Urdiales. En la
comunidad donde vivo he criado a mis
hijos y he ayudado a criar a otros hijos no biológicos.
En
mi pueblo conozco gente de mi generación y la generación de mis hijos, sin
olvidar que me crié con los abuelos y mantengo todas las amistades desde cuando
iba a las escuelas públicas. Aparte gozo del cariño y del respecto de la gente
de buena voluntad, principalmente, de los bien nacidos.
Llegar
a desentrañar las madejas ha sido muy costoso y doloroso pero ¡Eureka lo he
conseguido!
Ahora,
Watson, te voy a contar cuando y dónde
fue la última vez que cambié de
cerradura…
-Vine
a vivir nuevamente a Castro-Urdiales para cumplir una promesa. Cuidar de mi
hacienda e investigar el papeleo e información
que Jacinto me había dicho encontraría en la casa de matrimonio.-
No
es necesario repetir lo que me han hecho sufrir los cuatro y el del
tambor…Pensé que una temporadita lejos de la infernal chusma, me vendría bien,
sobre todo, porque tendría más a
mano a
mi amiga, madrecita y hermana del alma y a su familia.
Como
no había manera de dar solución a la marabunta de termitas que se babeaban y se
babean por deglutir mi casita, decidí ponerla en venta. Por recomendación, me
puse en contacto con una inmobiliaria de Bilbao. No recuerdo si se llama Ona de
Sinvergonzona o Sinvergonzona de Ona. Después de la primera entrevista y
papeleo se hizo un contrato. Faltaban papeles que pedía el abogado de la
inmobiliaria y los presenté. Todo iba bien. La dueña de la inmobiliaria amable.
Se hicieron las fotos precisas de la vivienda y aporté lo que me pidió.
A
medida que íbamos barajando las posibilidades de venta llegamos a la conclusión
que, quizás, sería mejor hacer la rehabilitación. Me puso en contacto con una
persona que, según ella, estaría interesada en hacer la rehabilitación porque
su empresa…Deon… Dion…Delon… se dedicaba a esos menesteres y que estaba segura,
esperaría a que se vendiera una de las viviendas, resultantes de la segregación,
para cobrar la factura de la obra. ¡Era una buena solución!
Vender
la casa de Portugalete, para mí, era un verdadero sacrilegio. Había luchado
tanto por ella. Sus paredes están impregnadas de sueños, ilusiones y lucha
sobre todo lucha…Y tenía una penita…
Pero… ya se sabe una retirada a tiempo es siempre una victoria…
En
una de las conversaciones mantenidas con Angelita me confié y conté lo que me pasaba con las llaves del
piso de Castro-Urdiales y de el porqué no podía ir a ninguna ferretería a comprar,
una cerradura, porque acaban haciendo copia de las llaves. Se prestó a comprar me una en una
ferretería de Abando. El tendero aseguró
que el cerrajero iría, a Castro-Urdiales, a colocarla pasado el puente.
En
aquel momento no tenía dinero para pagar. Angelita pagó y puso la factura a su
nombre. Acto seguido…y como quién no quiere la cosa… me pidió que le dejara las
escrituras, originales, de la vivienda de Portugalete porque el abogado tenía que cotejar las originales
con las fotocopias. Le aseguré que no tenía
costumbre de dejar las originales a nadie, que volvería otro día y aprovecharía para pagarla el importe de la cerradura.
Era
un fin de semana con puente…Como insistía en que bueno…que…claro…que…por qué
no…dejar las originales…Pensé…esto me huele a chamusquina si es un puente que
más da las originales, ahora, que el
lunes… ¡Nada de originales! Y nada de trato con, la Angelita…Y sin pensarlo dos
veces ideé comprar una nueva cerradura y dar el cambio dicho y hecho. ¿Qué me
llevó a tal inspiración terrenal? Pronto se desvelará…
Entonces,
Wa, como los controladores tenían una
vez más el objeto de sus desvelos, la copia de las llaves. No me siguieron y
pude comprar, en Vizcaya, una nueva cerradura para el piso. Di el cambiazo, puse
la cerradura en la caja con el
envoltorio de la ferretería de Abando. Cuando vino el cerrajero puso la
cerradura del cambio.
Salí
de casa a la hora habitual. Cuando llegué habían intentado abrir la puerta de
casa y al no poder abrirla dejaron mal la cerradura. Llamé al cerrajero, al
poco rato vino.
Yo
no perdía detalle. El cerrajero examinaba y daba vuelta que te vuelta a la cerradura…Me miraba, con el rabillo de los
ojos, y miraba la caja…Después de hacer
varias llamadas sacó la cerradura y por la abertura de la llave, primero, la arreó un martillazo y luego estuvo
manipulándola. Le pregunté qué pasaba y
me dijo que era un pequeño defecto y que ya estaba solucionado…
Ahora
puedo decir que solución me había propinado… pero, en aquel momento no me di
cuenta… ¿Quién puede imaginar tantas malas artes? La confirmación del amaño
vino de inmediato. Solo tuve que hacer lo que hacía dejar marcas…Una vez más… tenían la llave de mi casa en su poder y con ella
acceso a mis papeles y a mi intimidad.
“El artículo 451 del Código Penal castiga al que "con conocimiento
de la comisión de un delito y sin haber intervenido en el mismo como autor o
cómplice, interviniere con posterioridad a su ejecución ocultando, alterando o
inutilizando el cuerpo, los efectos o los instrumentos de un delito para
impedir su descubrimiento".
María
Evangelina Cobo Zaballa
Castro-Urdiales (Cantabria)
1 María Evangelina Cobo Zaballa
Watson... ¡Fíjate en www.mybestcv.co.il/TextPage.aspx?id=7978235
y no le quites el ojo de encima! No sé quién hace esto ni el porqué…¡Ni desde cuándo!
1 María Evangelina Cobo Zaballa
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