Wa…fui al pleno...¡Uf! Qué peligro… los magines siguen
actuando como si fueran los dueños del cotarro. Sí, Wa, ñaques
de ñaques como en el día de todos
los sustos y mira que ha llovido más que cuando enterraron a bigotes…
Pues
nada siguen sin entender que están, donde están, por los votos de los vecinos,
no por designio divino y que el ayuntamiento por más que se empeñen
y nos empeñen, es un servicio
público para el público y no una empresa familiar.
Que
se consideren divinos y que actúen como todo poderoso no es malo, Watson, sería dar testimonio de fe cristiana; somos hijos de
Dios hechos a su imagen y semejanza. ¿A que sí? Lo ruin y desvergonzado de la
situación es la ñanga que se ejercita de la mesa a la artesa…Y con unas
artes…y una de ñaños que si no fuera por la gracia y coña de la artesa
arribaríamos a la vomitona…
Cuando
llegué el pleno había comenzado. Entré y me senté. Doy un garbeo ocular y todo igual, los
defensores de unos y de otros, cuidando el cocido y el pringue…Pero ¡Ay de mi! ¡Qué vieron éstos mis ojos! A mi
lado estaban, muy bien apañaditos un
grupo de desempleados con una pancarta que decía: Asamblea contra el paro.
Aquí, en Castro-Urdiales, somos 3.250 los que estamos sin trabajo… Por sus
gestos y ademanes se les percibía, preocupados, ansiosos, hartos y hasta el moño… remusgaban…resoplaban…se miraban…
guiñaban un ojo y, de vez en cuando,
mitigaban la desesperación con alguna que otra observación jocosa…de esas que
desvían las ganas de hacer puños.
Sí,
Watson, sí. Los tenía tan cerca que podía hasta escuchar sus corazones
convertidos en peñones. Eran castreños y obreros de larga duración. Estoy segura.
Llevaban la condena con la consabida
filosofía popular de la socarronería. Pero, la mala leche seguía cuajándose en la comisura de sus labios. Qué
mala saña…todos con familiares a
cargo…
No
pasan veinte minutos, en el recinto de los escaños,
y aparecen las castreñas que han
sido botadas, a la luna de Valencia, por la empresa OMBUDS… que hace roña con SERVIMAX… que pertenece al
grupo PROSEGUR. El caso es que OMBUDS ha incumplido lo estipulado, ni tan
siquiera la subrogación, y que el ayuntamiento no ha levantado una sola uña para desentrañar y aclarar el uso y abuso de OMBUDS y su enfurruñamiento.
Las
nuevas recortadas, como primerizas, en amaños
de antaño…-Wa, no te olvides de poner ¡todos presuntos! No
sea que me la líes…- Entraron con solemnidad. Indignadas. Abatidas por la movida empresarial. Mostraban
sin remilgos su preocupación pero… con esperanza.
Ese
era el ambiente que enseñaba el
público. A propósito, el ojillo rojo que capta
los rostros pálidos del semicírculo… ¿por qué no muestra a comanches y demás tribu?
¿Qué
temen alguna flecha envenenada que les emponzoñe
el asado? Sabes, Wa, en alguno de los plenos pasados, cuando no interesaba, se
dejaban mudos.
¡No te quepa la menor duda, Watson, fui porque no tuve más remedio. Necesitaba
saber ¡qué córcholis! está pasando con la
resta de metros, en el patio de luces del edificio, en Juan de la Cosa , 4. Desde el 2000 espero
contestación, escrita, por parte de los diferentes mandatarios. Y uno de los
puntos del día era: Aprobación inicial de la Ordenanza de Disciplina
e Inspección Urbanística, URB 281/212.
Jesús, José y María... ¡Vaya niñería! ¿Cómo van a inspeccionar si no hay ordenanza?
Así está el patio de mi casa, hombro por
manga…Así han hecho y desecho lo que han querido, Ricitos de Oro y el
Milagrosos Peluquero…Ñoquis más que ñoquis.
Pues
como te decía, Wa, entre nuez y nuez los
concejales lanzaban una que otra castaña
pilonga…Lo normal. Hasta que al Sr. Don Cesar Barco se le ocurre utilizar el
adjetivo calificativo rancio y se dispara la greña…Espera… antes tengo que contarte quienes estaban
dándome cara…
A
dos pasos tenia a, Don Rufino Díaz Helguera, Don Benigno Elordi, Don Cesar
Barco y Don Daniel Rivas…Todos muy amigos de lo mío y de lo de otros… ¿Me
entiendes verdad? -¡No te olvides el presunto por delante, Wa, que nos encierran en la perrera!-
Pues
sí, sí…cariño el de las más dulces entrañas ¡lo que me faltaba! Como diría
Balbino… más verde y calenturienta que las novelas ejemplares de María de
Zallas y de Sotomayor. Acosada por todas las partes y de todas las formas.
Sabedora del nombre y del poder de los acosadores y de los crímenes
encubiertos. Arrastrada a la mendicidad social…- ¡Una vez más, gracias, Caritas
parroquial de Castro-Urdiales!- Tenia mi boquita de piñón unas terribles ganas de desatufar y escupir todo por la cañería so cacho…canta-mañanas…tú…sí…castañuelas sí…cañíl de los añiles… pirañitas sin caña. Pero…no podía ser…
tocaba aguantar y callar…
Después
de tantos años de puñetas y desengaños un poco más… y seguí la sesión como de costumbre con
mucha atención y sin perder coma. Y viene Cesar a lo rancio…En esto, Don Rufino
Díaz Helguera, con su habitual verborrea…. Da rienda suelta, a la viperina… Dos
palmaditas… Amenaza al viento y suelta lo del perro de Pavlov. Una sutil
mención a lo rancio y… ¡La coña desatada!
Watson,
sí, sí, ¡Que te lo juro por la pata de un burro! Que podía
escuchar a los entrañables salerosos
obreros decir- “Pero qué coño dice… Sí, que un tal Paulo tiene un perro…Y yo maña… ¡Pues que saquen el perro a mear!
¡A mí me da igual si le sacan como si le meten! ¡Yo lo que quiero es un
trabajo! ¡Que par de madroños en qué
se pasan el tiempo! ¡Chissss! echa un ojo… ¡Mira como se está poniendo el
Cesar! ¡Más que blanco! Sí está como rufianeándose…Sí, sí rancio… ¡Je, je, je!
Jajarajaja…Uiii… Las muecas, risitas, codazos, guiños y la complicidad hicieron lo demás. Porque todos los del publico
presente, menos los familiares, teníamos, en nuestro diario, una espina de
muerte clavada en cada amanecer.
Sí,
Wa, sí. Cada uno de nosotros, a su manera, veía la realidad y quienes manejaban
el dinero público convertidos en mañosos
esperpentos.
Así
que cuando, el Sr. Don Cesar Barco, tomó la palabra y dijo: “Creo que tengo un
problema…” La platea se arremolino en risas…y la ñora que de tanto teñir
sé que lo rancio no gusta a ciertos colectivos cuando se van atocinando… ¡No
pude aguantar! Y "ñaca ñaca…ñam…ñam…"niñas niños señoras y señores el saco de las
risas se desaliña y monta una cucaña…Y como el Sr. Alcalde se
requebró en el sillón del pompón como piñata…
Dejé
el recinto antes de inducir a la autoridad a cometer un delito constitucional.
Ya en el descansillo y dispuesta a tomar el
ascensor desaté las carcajadas reprimidas por orden constitucional… ¡Y
menos mal que me da por reír…!
¿Qué
pasa? Además de restas y pagarés. De falta de profesionalidad y de sensatez. De
imputaciones y contra imputaciones. De juicios al por mayor. Y de toda la
disentería verbal que utilizan ciertos… ciertos… ¿no vamos a poder ni
reírnos de nuestras desgracias?
Pues
no, retoño, no…No pienso ser una
miserable ñangotada y mucho menos boñiga echa añicos en cuadra.
¡Ñangotados del mundo rebelaros y reíros!
Porque… todavía… la risa no paga impuestos… ¡Leñe!
María
Evangelina Cobo Zaballa
Castro-Urdiales (Cantabria)