Pocas
capitales, en el mundo, a menos de media hora del núcleo central reúnen contrastes de tamaño colosal en
naturaleza y urbanidad. Esta fecunda diversidad
convierte a Sao Paulo en joya preciosa de la biosfera ideal para el
estudio, comercio y el turismo internacional.
Esos
enormes edificios, esas tremendas autovías, esa inmensa variedad de entidades
bancarias, iglesias, universidades, escuelas, industrias, comercios,
exposiciones, mercados, chiringuitos…Esas incalculables ofertas y demandas, con
las tres be de sus mercancías. Bueno. Bonito. Barato. Esa gigantesca, joven
babel…en increíble mezcla de razas. Con el dinámico e incansable, cotidiano,
vaivén de sus gentes… apretados en endiablados coches, autobuses, camiones y
acompañados, en todo momento, por el histórico río Tietê y la atmósfera
aturdida de barullo e intoxicada por el
estúpido estrés que atormenta al
pan nuestro de cada día… ¡dánosle hoy! http://www.youtube.com/watch?v=Z6njyLSSqtM
Iros
tomando buena nota… todos esos excesos de urbanidad desaparecerán en vente
minutos. Tan solo tenéis que volver los ojos en dirección a la sierra de la Cantareira y veréis desvanecerse lo pasado… Como por obra del
espíritu, la siempre… Amante… Madre… Naturaleza… vendrá a vuestro encuentro y
os acogerá como a hijos pródigos resarciéndoos de los tumultos padecidos.
Estoy
refiriéndome al Parque Estadual de la Cantareira considerado como la mayor floresta
urbana del globo, con sus ocho mil hectáreas, parte instalada sobre un enorme
batolito de 320 km2, el más grande de los seis granitos que adornan esa zona.
Esa descomunal roca hace parte del grupo llamado San Roque formado durante el
ciclo neoproterozoico Brasiliano-Pan Africano.
Desde
Pedra Grande se puede apreciar una
inconfundible vista panorámica de la capital. Disfrutar de sus ríos y cascadas en Engordador y en Cambuçu. Desde
Aguas Claras, las insuperables alamedas de *(1) samanbaias. Y por doquier sentirás el Edén en toda su explosión de
colores, formas, fragancias y melodías acariciando todas y cada una de las
catorce rutas que se adentran y exploran el encantado y gigantesco Cinturón
Verde.
También
se puede disfrutar de toda esa exhuberancia natural desde del parque estatal,
Albert Löfgren, más conocido por el nombre de Horto Florestal y que está
cerquita… cerquita, apenas, a dos pasos de Sao Paulo capital. ¡Oh, celestial
Horto Florestal! Que para más hermosura pude fardar de tener, en sus lagos, dos islas formadas por
las raíces de sus árboles y de poseer el museo, Octávio Vecchi, con la mayor
muestra de maderas de América Latina. Además, el Horto Florestal marca su privilegiada
situación terrenal atravesado como está por el trópico de Capricornio.
Ese
verde… verde florido. Esas fuentes, lagos, riachuelos, cascadas. Esa tierra
roja y sedosa. Aquí… árboles de Pau-Jacaré. Allá… helechos gigantes salpicados
por despreocupadas mariposas que siguen bailando su danza de vida sagrada.
Mientras monos, perezosos y ardillas se resguardan de la “suçurana”, el puma
pardo…Por entre las ramas de jacarandás, palmeras, philodendron,
bromelias y bajo las orquídeas lluvia de
oro…
Y
Dios hizo el mundo a su manera y para siempre vino a descansar… ¡en los Parques
da Cantareira!
*(1) Helechos
*(1) Helechos
O Globo: Opiniao&Notícia
Uma Carioca em Sao Paulo
Por Cecilia Martins
Traducción de mi intervención en el artículo de: Cecilia Martins, "Una carioca en Sao Paulo". Sao Paulo joya preciosa: Explicaciones.
Cuando
se me desata la loca de la casa… escribo en el idioma que, sin miramientos, esa
chiflada me lanza. En éste escape del
alma una pequeñita llamarada de nostalgia, cumplidita de luces y sombras. Me
refiero al empobrecido portugués… el
desuso y las prisas hacen
estragos…No tengo tiempo y corrijo cuando puedo y me acuerdo. Creo que he
mejorado la primitiva semilla…
Tiempos
después... al enterarme lo estaba sucediendo en la sierra de la Cantareira sentí como
si me arrancaran un pedazo de mi ser. Pensé en tomar el avión. Ir a la sierra de la Cantareira y declararme en huelga de hambre… pero…tenía
más buitres de los que tengo, ahora, merodeando mis huesitos. Así que… ¡al no
haber pan buenas son tortas! Me puse manos a la obra. Escribí a todo pichichi
en defensa de mi tierra de acogida y descargué, en la red, lo que pude en diferentes idiomas. Si llego a tener un poco
más de técnica me hubiera salido mejor…Pero ni lo modifico ni lo borro
porque…ya se sabe… ¡soy una sin vergüenza!
http://mariaevangelinacobozaballa.blogspot.com.es/2011/06/la-sierra-de-la-cantareira-y-su-entorno.HTML
¡Buscando a Hodei!
¡Buscando a Hodei!
María
Evangelina Cobo Zaballa
Castro-Urdiales (Cantabria)