Watson...Comenzaron
los picores y el temblor, en la misma época en
que hacia las denuncias de lo que estaba sucediendo, en la vivienda de
Portugalete, con los, dos, únicos vecinos y propietarios. Hasta entonces ¡jamás!
Como, una, no se puede imaginar de qué son capaces los corruptos hice lo
acostumbrado. Fui al médico de cabecera. Me mandó al dermatólogo. Cuando llegué
tenía uno de los ojos inflamado y la piel con sarpullido. La profesional reflejó
por escrito los hechos y me recomendó hacer las pruebas de alergia. Las pruebas
dieron negativas. Estuve haciendo varias observaciones y apuntando hora y lugar
donde sucedía.
Al
principio, en la casa de Portugalete, solamente,
ocurría nada más poner un pie, en el portal. Luego, dentro de casa y más tarde
en el jardín. Siguiendo las pautas de investigación sugerida por el dermatólogo.
Iba anotando y cambiando el horario de entrada y de salida. Siempre sucedía lo
mismo. Hasta que se me ocurrió no salir del portal y ver si, mientras estaba, allí,
sin salir tenía picores. Nada. Recorrí los tres pisos y pasillos para ver qué
sucedía. Nada. Repetí varias veces la operación y el cuerpo no acusaba picores,
sarpullido o temblores. Actué del mismo modo en el jardín. Salía a diferentes horas
del día y no sufría ni el sarpullido ni los picores. Contrasté los horarios y
pude observar que, siempre, ocurría cuando había vecinos. Fiestas y domingos no
pasaba. La conclusión no fue difícil de intuir, pero, no sabía cómo
demostrarlo. Fue cuando decidí ir a urgencias de Cruces con la piel y los
ojos afectados. Y… ya sabes lo que *me
ocurrió ¿No Watson?
En
Castro-Urdiales me sucedía más de lo
mismo. En el portal. En el patín. Dentro de casa y cuando salía al balcón que
da a la gancha de tenis. Más tarde, comenzaron los picores… cuando me paraba,
en determinados comercios, y, en el Aula de Cultura Eladio Laredo. Seguí
indagando y observando y constaté cómo
lo hacían y quienes lo hacían. En el mercado, Wa, existe un spray de defensa
que pica que te jojo…
Eso
es, entre otras muchas cosas, lo que me
han estado haciendo los cuatro y el del tambor. Sus nombres y apellidos están
escritos, en los lugares que corresponden, y el de los comercios también. ¿Qué
te parece, Francesca Morena, eh? El otro apellido es italiano ¿o no?
Estoy en el Aula de Cultura Eladio Laredo
Ordenador, nº, 5.
María Evangelina Cobo Zaballa