martes, 19 de agosto de 2014

CASTRO-URDIALES: NUESTRA SEÑORITA MERCHE MENDIA



En vaporoso tutú
La bata blanca
Se convertía.
Cuando la señorita
Merche
Alegremente en su frufrú
*Parvulitos atendía.

De lapislázuli las mesas.
Manitas atareadas
 
Redondeaban las letras
Que escribía en la pizarra.

La tiza varita mágica.
Una vez a la semana.
En colores dibujaba
Mariposas, flores, ranas.

Tules de papel de seda.
Las caritas sonrosadas
Imitaban, declamaban.
¡Estrellitas deslumbradas!

Y nuestra señorita
Merche
Sonriente, entusiasmada.
Ora aplaudía...
Ora guiaba...
Desde sus ojazos claros
Miraba y requetemiraba.
 
 
Para mi querida e inolvidable maestra.

Nuestra querida maestra, Merche Mendía, impartía clases en el segundo grado de las Escuelas Públicas de Castro-Urdiales. Mi amiga y compañera de pupitre y juegos era Maritina Abad. Los pupitres eran de madera. En un agujero, el salpicado tintero. Quitábamos las manchas de tinta con cachitos de cristal. El recreo transcurría frente a la Plaza del Mercado compartiendo el espacio con sus gentes y animales. La tarde de los jueves librábamos. Durante el mes de mayo, en clase, siempre había flores. El fin del año escolar se festejaba. Había menciones y premios por calificaciones. El aula de parvulitos y sus mesitas cubiertas con  brillantes  azulejos azules, se convertía en improvisado teatro. 
 

* Escuelas Públicas de Castro-Urdiales
Fotografía: Mi hermano y yo, 1954.
 
Telecentro Eladio Laredo
Ordenador nº, 3
 

 
Texto y composición fotográfica de:

María Evangelina Cobo Zaballa
Castro-Urdiales   (Cantabria)