En la tierra roja, roja,
Tierra roja de mi infancia.
En una casita verde,
Con las paredes blancas, muy
blancas.
Crecía un Pino, un Perro, un
Ganso,
Una Gallina pintada, tres
Coliflores, un Loro,
Puerros y Margaritas doradas.
Cantaba siempre el *(1)
Ben-Te-Vi,
A las seis de la mañana,
Y el Tren verde amarillo,
Por la curva allí pitaba,
Contento en su movimiento,
A las hojas espantaba.
Amor en mis trece años,
Amor de juego de hadas.
Él tenía quince años,
Los dos sabíamos nada.
Mirarnos sólo a los ojos,
Nuestras manos enlazadas.
Con los ojos entornados,
Tan dulce, así, me miraba…
Nadie lo hizo tan bien,
En tan profunda mirada.
Yo, solo quería a Él.
Él, Él, Él.
Él era mi todo, o mi nada.
Era mi vida, mi muerte.
Mi Dios, mi Tierra, mi
Patria.
Le esperaba el día entero.
Corría por la explanada.
Bajaba su santa calle
Y mientras andaba flotaba…
Era Él, vivía allí.
Aquella era su casa.
Su perro estaba en la puerta.
Su madre dentro esperaba.
Yo…pasaba por delante.
Sin mirar. Como si nada…
Mi corazón desbocado,
Con el viento galopaba.
Y dentro de mi…
Aquel dulzor…
Aquel instante de gracia.
Aquella suave caricia,
Del sol en mi ingenua cara.
Temblaba todo mi cuerpo
Y el pudor no me dejaba,
Saber si, Él, me miraba,
Y si al mirarme temblaba.
El tiempo pasaba esperando
A la mágica hora esperada…
- ¡Dame un beso!
- ¡No me muerdas!
- ¡A mí no me da la gana!
- ¡Española del diablo!
- ¡Alemán cabeza chata!
No quiero verte llorar,
decía…
Cabecita negra, brava…
¿No sientes cuanto te quiero?
Es el amor del mañana,
Del presente, del pasado.
Cabecita negra, brava…
Recuerdo la *(2) Perua azul.
Azul como su mirada.
15-83-24
15-83-24 15-83-24.
Recuerdo tantos recuerdos…
Recuerdo cuando pitaba.
Aquel mirar al espejo,
Por ver si, yo, te miraba…
Yo, no podía mirar,
Era Ana, a quién mandaba.
Y sonriendo me decía,
Miró, mira, miraba.
¡Feliz de felicidad!
Nada de nada importaba.
Bastaba con verle a Él…
Él, todo, el todo, me
llenaba.
Nunca estuve tan llena así,
De ilusión y de esperanza.
Camisa blanca, pantalón
negro.
Los libros debajo del brazo.
El pelo a lo Jim Dean,
Alborotando mí espacio.
Rubio, delgado, felino.
Nureyev de mi destino.
Sonriéndose de lado,
Daba dos guiños al viento,
Contoneando los hombros,
Ante mi estúpido asombro
De ver fijos, en mí, sus
ojos,
Dolientes de azul añil,
Mirando a lo Lady Di.
Tímido. Inteligente.
Él, era mí, yo, inconsciente.
Amor de fuego de paja.
El que prende, consume,
Mata...
(Continuará)
*(1) Ben-te-Vi
*(2) Perua
*(1) Ben-te-Vi
*(2) Perua
Estoy en el Telecentro del Aula de Cultura Eladio Laredo
Ordenador, nº, 11, fotos, 1.
María Evangelina Cobo Zaballa
Castro-Urdiales (Cantabria)