Anoche
lloré contrariada
No
esperaba testimonios
Las
atroces imágenes de vidas despedazadas
Ni
el desgarro de la sangre derramada
Allí
en los almendros.
Allí
acribilladas.
Aquí
en el corazón de la memoria
Aquí
entre otros recuerdos en llagas.
Estoy
en el confesionario corrupto y amañado del Telecentro del aula de Cultura
Eladio Laredo
Ordenador,
nº, 2
María
Evangelina Cobo Zaballa
Castro-Urdiales (Cantabria)