Watson…
¡Vete trillando!
No
dimiten
Ni
piden perdón
Se
chulean
Por
los reinos del trillo
Sin
vergüenzas
Y
en cada casa
Un
ladrón
El Yak 42. Qué
papelón, morena… ¡Qué papelón!
Sí,
Wa, cociendo habas por doquier. Salsea
las calderadas que se cuecen, en *(1) Brasil y en…
Por
lo que cuentas…lo que veo es que estás, más bien, rodeada de mariachis, morena!
¡Qué
más quisiera, yo! Con lo que me gustan…me gustan los de antes, los de ahora y...
Están de un subido, Wa, que te pierdes entre mañanitas…
¡Ja!
Tienes unas ilusiones…cualquiera dice que…vamos, cariño, deja de soñar…
Escucha,
cernícalo, que sepa, aún, no cobran, un plus, por soñar. Y la imaginación
proporciona muchas satisfacciones…Sin ir más lejos, ayer, le di un toque
sensual, al amor…Tenía tantas ganitas de hacerlo que ni te imaginas, Wa. Le
planté dos besazos y le até la cabellera
a lo samurai…Ummm…estaba de un macizo de quitar el hipo…Luego…
¿Qué
morena? ¿Qué?
Ummm…
¡qué gustirrinin!
Y…
¿qué más? Pero… ¡qué más!
Nada
más, Wa, nada más…
¡Vete
a recoger higos chumbos, en el desierto, pelona, y olvídame!
Vale,
Watson, vale. Pero, por si acaso, con el Ocaso, no dejes de poner mi sentencia
de separación, a buen recaudo. Y, no eches en saco roto el publicar que, casi
todos, los que me rodean y controlan son
los interesados, familiares, amiguetes o mandados por aquellos que tienen, bajo
su nombre, o han aprobado la repartición de mis bienes, a sabiendas, por
indulgencias plenas.
¡Ah!
se me olvidaba…en el acoso, Watson, también,
toman parte, los fistros pecadores de la pradera castreña. Estos fistros
son los que se dedican a guardar, con celo, los
pecaminosos librillos de astutos maestrillos…con dinero embolsado tuyo y
mío…Entre los muchos está...Fabiolo y sus pololos
¡Hola Fabiolo!
¿Fabiolo estás ahí? Besitos...
Estoy
en el Telecentro del Aula de Cultura Eladio Laredo
Ordenador,
nº,5
María
Evangelina Cobo Zaballa
Castro-Urdiales (Cantabria)