Me quieres
decir morena, ¿qué historia es esa de el cebo de mamá?
Yo, no…Mejor
que te lo diga Andrea…
¡Hola,Watson!
Mamá pertenecía a una familia de alcurnia. Estaba separada. Sin dinero y con
mucho postín. ¡Pobre mamá!
Cuando conoció
al Lo Coco, yo, tenía ocho añitos…Íbamos a todas las partes juntos y me quería
mucho…mucho…mucho…A veces, me metía en la cama con él. Me hacía cosquillitas y
jugábamos a un juego que se llamaba, la calle Paris.
¿La calle
Paris, Andrea?
Sí, Watson, sí.
Era muy divertido. En la cama, el, Lo Coco, levantaba y doblaba las
piernas. Luego, las abría y se tapaba con las sábanas y me decía, ¡vamos
a la calle Paris! Yo, tenía que pasar por entre el hueco que dejaba tal
postura. El recorrido de la calle era el mismo, que el de su cuerpo oculto por
las sábanas… Desde los pies, hasta el cuello. Cuando, yo,
alcanzaba, la meta trazada, sacaba la cabeza...Entonces, me
besaba y me acariciaba. Era tan bueno y cariñoso... Lo que pedía, me lo
daba. ¡Éramos tan felices!
Pero… No sé
qué sucedió…Discutían y discutían. Él dejó de venir. Mamá, le llamaba para que
le diera dinero, y, me ponía al teléfono para convencerle. Pero, él no
venía…Mamá, repetía y repetía que mandase más dinero…Que tenía una
enfermedad…que no podía hacer lo que, él, pedía y que si no, se
casaba… seguiría, adelante.. Que si, Menchin, se estaba ocupando de ella. Pero,
que mandara dinero para gastos. Mamá, le envió una carta escrita con boli rojo
y le amenazó con… Reñían mucho…muchísimo…Al poco, mamá se casó con un médico y
nació mi hermanita, Teresa.
¡Buenooo!
¡Qué anzuelo, morena! ¿Y de los hijos del Lo Coco, qué sabes? ¿Cuántos
tiene?
¡Qué sé, yo!
¡Pregúntaselo a Iñaki Carrasco y familia!
No obstante,
pronto lo sabrás, Watson. En cuanto sepan que, aún, están a tiempo de heredar,
se harán visibles.
Y, mentando
a visibles…Ya, sabes, amigo Watson, que ando cambiando de itinerario…Hoy, por
la mañana, he salido del Aula de Cultura, más o menos, hacía las once y pico.
Tomo, la calle Dr. Manuel Munio y salgo a Leonardo Rucabado. Al instante,
pasa por mi lado, Alejandro Zaballa Prada, de seguido, Juan Rubén Alegria
Sanmartin, un poco más tarde, Roberto Ulloa Zaballa.
Y ¿Qué te
han dicho, morena?
Decir,
Watson, no dicen nada. A menudo, pero, aparecen por las esquinas…Estoy
pensando… que igual son muy tímidos y se pasean, sólo, para recordarme que
comparten la suerte de ser agraciados con viviendas protegidas. Y que, según el
BOC, en el sorteo, el bombo toca la flauta de la fortuna de dos, en dos hermanitos…
¡Qué bonito!
Morena… ¡Qué bonito!
Estoy en el Telecentro del Aula de Cultura Eladio
Laredo
Ordenador, nº,7. Ampliación, 7/1/17, ordenador, nº,11
María Evangelina Cobo Zaballa
Castro-Urdiales (Cantabria)