Recordando a las mujeres de Laredo.
El coraje, el aplomo y el
salero
Ellas, brindaron sin
preguntar.
Me abrigaron
Consolaron
Me escondieron
Nunca lo podré pagar
A mis hijos les cuidaron
Con cariño
¡Laredo solidario!
¡Bendito lugar!
Fueron tantas
Las vecinas
Entre vecinos
Fueron muchas
Fueron tantas
Muchas más
Cuando paso por Laredo
¡Cielo mío!
Lágrimas se deslizan
Los miedos afloran
Se abren las cortinas del
tiempo…
Surgen los fantasmas del
Juzgado
El corazón se agita…
Escucho la brisa que dice
Tranquila…Eva…tranquila...
¡Todas vosotras estáis!
En
la Asociación
de Vecinos de Laredo: Viendo como los vecinos de Laredo se volcaban con
nosotros. Yo, les preguntaba ¿Por qué, los de Castro-Urdiales, no me ayudan? Me decían los mayores, “Algún día te
enterarás”. Sí, tenían razón, he conseguido desentrañar la maraña corrupta. Ésta es la respuesta…
María Evangelina Cobo Zaballa
Castro-Urdiales (Cantabria)