Yo,
María Evangelina Cobo Zaballa, nacida en Castro-Urdiales, el 18/1/1948, hija
de, Pedro Ángel Cobo Hernández y de Juana Marta Zaballa Azcona, también,
conocida como Evangelina, hago saber que:
Al fallecimiento de mi madre, la herencia recibida de la parte que corresponde, a las propiedades de mis bisabuelos maternos: José María Azcona y Isabel Azcona y cuyo resultado es la que, por derecho privativo, me pertenece ha sido donada, a los herederos que fueron excluidos de sus legítimos derechos, a saber: los descendientes, directos, de mi tía abuela, Dolores Azcona Azcona. La donación se hará pública cuando sea preciso.
Mientras tanto, las personas que deciden, en éste específico legado, viven en Castellón dela Plana
y están en contacto con quienes estimen. Los trámites que llevo, a cabo, de
este paquete son aquellos necesarios para que se solucione cuanto antes,
evitando a mis hermanos, viajes innecesarios.
No tengo nada que ver, ni me interesa, ningún tipo de trato, con nadie relacionado, con la herencia. En su momento, dejé bien claro que: Mi familia son, hijos, nuera, nieto, hermanos y sobrinos.
Quiero que tomen buena nota, aquellas personas que insisten, en tener derecho sanguíneo y se permiten, el lujo de aparecer y de avasallar, cuando las viene en gana. A las susodichas voy a recordarlas dos cositas:
Estuve sin padre, desde los tres, hasta, los ocho y sin madre y sin padre, desde los cinco, hasta, los ocho años. Mis abuelos paternos fueron los que nos cuidaron y se ocuparon de nosotros
El recuerdo más bello de mi infancia fue el día que mi madre vino del Brasil.
El dolor consciente, más, terrorífico de, aquellos, tiempos fue. Apenas, pasaron dos meses y presencié como apaleaban a mi madre y la echaban a la calle, con dos criaturas de seis y de ocho años. Fuimos recogidos por los tíos paternos, Antonia y Amado.
Al de tres meses, fui testigo de otra paliza, de esta vez, a mi bisabuela, Isabel Azcona Isla. Para mis males y desgracias tuve que declarar lo presenciado, existen documentos escritos y testigos vivos.
Son recuerdos que marcan y que no se olvidan por más que quieras. Hay otro recuerdo, pero, que no tuve que declarar porque, probablemente, ni se dieron cuenta. Antes de que mi madre se fuera al Brasil, yo, tenía cerca de cinco años, me vistió, un muñeco de goma que parecía un niñito, Jesús y, así, le llamábamos, Jesusín. Le hizo, una chaquetita y zatitas, azul celeste del color de sus ojitos y un faldón, blanco, rodeado de puntillas. Era el recuerdo que tenía de mi madre y una gran sinvergüenza, me lo arrebató y lo lucía en su cama. ¡Qué pensabas, so cacho indecente, que me había olvidado de mí Jesusín!
He hecho lo posible para mantener las normas cívicas que mi sensibilidad y educación han cultivado. Parece ser que existen grupos familiares que insisten, en ejercer, su otorgado a sí mismos, poder sobre el otro. Cometiendo todo lo que se le ocurre. ¡Pues va a ser que no!
Dicen que están, presuntamente, muy bien amparados. ¿Como no? Primos de Jesús Manuel Zaballa Hoz y de Gaetano Lo Coco Cortázar. Estrechamente relacionados con el Ayuntamiento de Castro-Urdiales, según fuentes periodísticas.
Yo, en cambio con semejantes primos lo que tengo es, el resultado de, presuntas, acciones ilícitas y perniciosas. Eso, no quiere decir que me vaya a dejar amilanar, acosar o que, alguna, garra me hinque las uñas. ¡No!
Nadie va a seguir, acosándome e insistiendo, en querer tener derecho sobre mi persona ¡Nunca más! Tomaré las medidas pertinentes.
¿No decís que estoy loca? Pues… ya sabéis…los locos no saben lo que hacen…
En Castro-Urdiales, 8 de febrero de 2012. Hoy, mi madre, cumpliría años. Nació, el día de *(1) San Juan de Mata y como era costumbre, la registraron como, Juana Marta y toda la vida la llamaron, Evi, de Evangelina, su nombre de pila, como se llamaba su madrina.
*(1) http://es.wikipedia.org/wiki/Juan_de_Mata
María Evangelina Cobo Zaballa
Castro-Urdiales (Cantabria)
Al fallecimiento de mi madre, la herencia recibida de la parte que corresponde, a las propiedades de mis bisabuelos maternos: José María Azcona y Isabel Azcona y cuyo resultado es la que, por derecho privativo, me pertenece ha sido donada, a los herederos que fueron excluidos de sus legítimos derechos, a saber: los descendientes, directos, de mi tía abuela, Dolores Azcona Azcona. La donación se hará pública cuando sea preciso.
Mientras tanto, las personas que deciden, en éste específico legado, viven en Castellón de
No tengo nada que ver, ni me interesa, ningún tipo de trato, con nadie relacionado, con la herencia. En su momento, dejé bien claro que: Mi familia son, hijos, nuera, nieto, hermanos y sobrinos.
Quiero que tomen buena nota, aquellas personas que insisten, en tener derecho sanguíneo y se permiten, el lujo de aparecer y de avasallar, cuando las viene en gana. A las susodichas voy a recordarlas dos cositas:
Estuve sin padre, desde los tres, hasta, los ocho y sin madre y sin padre, desde los cinco, hasta, los ocho años. Mis abuelos paternos fueron los que nos cuidaron y se ocuparon de nosotros
El recuerdo más bello de mi infancia fue el día que mi madre vino del Brasil.
El dolor consciente, más, terrorífico de, aquellos, tiempos fue. Apenas, pasaron dos meses y presencié como apaleaban a mi madre y la echaban a la calle, con dos criaturas de seis y de ocho años. Fuimos recogidos por los tíos paternos, Antonia y Amado.
Al de tres meses, fui testigo de otra paliza, de esta vez, a mi bisabuela, Isabel Azcona Isla. Para mis males y desgracias tuve que declarar lo presenciado, existen documentos escritos y testigos vivos.
Son recuerdos que marcan y que no se olvidan por más que quieras. Hay otro recuerdo, pero, que no tuve que declarar porque, probablemente, ni se dieron cuenta. Antes de que mi madre se fuera al Brasil, yo, tenía cerca de cinco años, me vistió, un muñeco de goma que parecía un niñito, Jesús y, así, le llamábamos, Jesusín. Le hizo, una chaquetita y zatitas, azul celeste del color de sus ojitos y un faldón, blanco, rodeado de puntillas. Era el recuerdo que tenía de mi madre y una gran sinvergüenza, me lo arrebató y lo lucía en su cama. ¡Qué pensabas, so cacho indecente, que me había olvidado de mí Jesusín!
He hecho lo posible para mantener las normas cívicas que mi sensibilidad y educación han cultivado. Parece ser que existen grupos familiares que insisten, en ejercer, su otorgado a sí mismos, poder sobre el otro. Cometiendo todo lo que se le ocurre. ¡Pues va a ser que no!
Dicen que están, presuntamente, muy bien amparados. ¿Como no? Primos de Jesús Manuel Zaballa Hoz y de Gaetano Lo Coco Cortázar. Estrechamente relacionados con el Ayuntamiento de Castro-Urdiales, según fuentes periodísticas.
Yo, en cambio con semejantes primos lo que tengo es, el resultado de, presuntas, acciones ilícitas y perniciosas. Eso, no quiere decir que me vaya a dejar amilanar, acosar o que, alguna, garra me hinque las uñas. ¡No!
Nadie va a seguir, acosándome e insistiendo, en querer tener derecho sobre mi persona ¡Nunca más! Tomaré las medidas pertinentes.
¿No decís que estoy loca? Pues… ya sabéis…los locos no saben lo que hacen…
En Castro-Urdiales, 8 de febrero de 2012. Hoy, mi madre, cumpliría años. Nació, el día de *(1) San Juan de Mata y como era costumbre, la registraron como, Juana Marta y toda la vida la llamaron, Evi, de Evangelina, su nombre de pila, como se llamaba su madrina.
*(1) http://es.wikipedia.org/wiki/Juan_de_Mata
María Evangelina Cobo Zaballa
Castro-Urdiales (Cantabria)
