Lo peor que le puede
ocurrir, a una familia, es que uno de sus miembros sea atrapado por las garras
de la droga. No sucede de un día para otro. La mandanga ha sido preparada, por
terceros, para que acontezca cuando tiene que acontecer y para obtener lo que,
las mafias, desean de la persona elegida.
Es una cadena bien orquestada. Cuanto más suene mejor. Pero, en sordina. Los beneficios, de éstas organizaciones, no se limitan a la venta de estupefacientes. No. Están dispuestas de modo que todo está previsto. Una vez enganchada, la persona, pasa a ser eslabón de un inacabable engranaje de ganancias fáciles, libres de impuestos y de responsabilidades.
Sus miembros, participarán del bien estar que proporciona la organización, según, la capacidad personal, monetaria y familiar. Los atrapados son individuos carentes de decisiones propias. Inducidos y obligados a realizar, cuanto, para la organización, sea necesario. Esclavos de la dosis garantizada, libre de complicaciones, hacen lo que mande el gran hermano que, todo sabe y todo ve.
Las familias mafiosas entrenan a sus hijos, desde la más tierna edad para que sean, el gancho perfecto. Estos núcleos familiares, nacen, crecen y se multiplican, al calor del hogar biológico o social. Con suerte, son usados como portadores de la productiva mercancía que llevan, en sus pañales, cochecitos, mochilas escolares, sin levantar sospecha. Y digo, con suerte, porque, los hay que usan, a sus hijos o aquellos que están bajo su protección, para el comercio de la pederastia, activa y pasiva.
Los envían a estudiar en escuelas privadas y selectas. Cien por cien conservadores cara al exterior. En casa, utilizan técnicas de obediencia absoluta y sin concesiones. Sus hijos son educados para ser una, determinada, persona, hacía, el exterior y otra, en el núcleo familiar. Viven, en contacto directo con el robo, la extorsión y el crimen organizado del que hacen parte activa.
Son niños afables y muy educados. Pero, apenas, hablan, su esfuerzo va enfocado, en saber del otro y conseguir cuantas descripciones sean posibles de los sitios que frecuentan. No cuentan, nada, de su familia ni de los suyos. Son más bien callados y cautelosos. Eso, sí, sus ojos no pierden detalle y son muy sonrientes… Aleccionados para practicar pequeños hurtos, sin importancia. Vigilan a las personas indicadas por la familia. Y confiesan lo que han conseguido saber del amiguito señalado por el clan; casa, hábitos familiares, amistades y tren de vida.
Estos niños son, un peligro para cualquiera. ¡Nadie está preparado para semejantes notarios! Es un niño. Un ser inocente. Una personita a cuidar y proteger. El amiguito de tú hijo. Y, sin embargo, y sin la menor sospecha metes, en tu hogar, el caballo de Troya. Porque, las familias del crimen organizado, no ven, en el niño, más que lucro fácil a explotar. Y esos niños son el, vil, producto de seres corruptos y abusadores que nada les importa, el otro, con tal de vivir bien y mejor que nadie.
Cuando adolescentes, gracias al entrenamiento, suelen ser lideres de grupúsculos determinados. Son los que enzarzan al pardillo de turno, en las redes de la droga. Primero, como juego. Luego, como estado y finalmente, como necesidad. El líder proporciona la droga, pero, no la prueba. Se mantiene al margen. Él, es el dueño del cotarro y ha sido elegido y estimulado para ejercer, el mando y control de los desgraciados que han entrado, a hacer parte de la cadena. El método que aplican es práctico. Una vez que la organización ha obtenido las confesiones del niño, adolescente…Seleccionan la presa a atrapar y con ella, a sus familiares.
Buscan dinero ganso, libre de impuestos y de complicaciones. Van de cabeza, donde aquellos que lo tienen o parecen tenerlo. Como, en los casos de mobbing del robbing, “acosar para robar”. Eligen al más débil y con el que, más lucro pueda obtener. Estos, desgraciados dependientes, son usados para lo que sea preciso, según, el rango y categoría que le hayan adjudicado, en el circulo.
Pueden ser confidentes, camellos, carne fresca de orgías, o todo, a la vez. Por general, pasan a ser usados como objeto sexual de miembros de la organización o de posible captadores de la misma. Los servicios son consumidos por gente del variopinto espectro, sociopolítico y cultural ¡no se escapa ni el de la capa! Es, en ese eslabón de atroz corrupción donde, algunos, desahogan sus fantasías,perversiones o necesidades. Sátiros. Hombre de negocios. Sacerdotes. Políticos. Homosexuales, reprimidos que están, aparentemente, bien casados y son padres de familia. Mujeres insatisfechas. Pervertidos… Los jóvenes son usados para cualquier menester, a cambio de la dosis segura, sin riesgos, y otros pequeños beneficios. El puesto que alcance, en la organización, dependerá de los servicios prestados o de la categoría social que tenga, la familia del atrapado.
Y así, cada oveja con su pareja. Los jóvenes pobres y sin estudios, cuando no son esclavos de mano de obra barata y sumergida de por vida, acaban convertidos, en carne de cañón. Cárceles y prostíbulos están bien nutridos de jóvenes dependientes. Los pobres caen en las drogas y nadie les protege. El padrino quiere orondos beneficios. No, problemas. Las adolescentes y jóvenes de ese colectivo sufren peores males. Son embarazadas, por el clan, a posta, para que, a posteríori ejerzan de prostitutas. Un porcentaje, de las jóvenes dependientes, tienen mermada su capacidad cognitiva y son, doblemente, engañadas o seducidas por individuos que para, eso, están. Desgraciadamente, sus descendientes son usados del mismo modo.
Los adolescentes y jóvenes de familias bien situadas tienen trato especial, la mayoría de las veces, son protegidos por el clan. Ellos, pasan a ser eslabón de la cadena, pero, su trabajo, además, de los mencionados, es el llegar a todos los sitios, con la mercancía o ser la cadena transmisora de la misma, sin despertar sospecha. Son colocados, en puestos específicos y determinado para que logren, lo pactado y, ahí, estarán uniendo fuerzas y deteriorando por todas partes el sistema.
Ellas, las jóvenes y adolescente, también, caen embarazadas. El padrino organiza, bailes, fiestas… Las jóvenes son invitadas por amiguitas líderes y van, como todo hijo de vecino, a divertirse. En la diversión suceden cosas de encantamiento y es que vertiendo, cierto tipo de estupefaciente, en la bebida… el depravado, de turno, no necesitará de mucho para usarlas y preñarlas. ¡Ese es su único objetivo preñarlas! ¡Mira, si no hay métodos que digamos, para evitar el embarazo!
Estas adolescentes, van a ser tratadas de manera muy distinta. Las, unas, son casadas, a todo correr, con el infeliz que está de tiempo, en la organización. Y cargan, con hijos de locos pervertidos y criminales de por vida, con las consecuencias genéticas que con lleva, ciertas, taras. Otras, son casadas y colocadas en puestos clave de información política, donde pasan a ser, la mama y el papa de la intriga y de la corrupción.
Además, de colocarlos bien colocados, los condenados que más beneficios pueden obtener, ocupan puestos de prestigio para que la cadena ejerza como tal. Y están, como el vicio, en todas partes. En la calle. En los parques. En los despachos. En los partidos. En los sindicatos. En los juzgados. En los centros escolares. En el ejército. En las iglesias y en todos los credos. ¡No se escapa al cerco ni Carracuca!. Van muy bien vestidos. Muy bien acompañados. Muy bien seguidos. Muy bien admirados. Y, principalmente, muy bien amparados porque lo que van a sacar, a fuerza de tirabuzón, es la pasta más gansa de las gansas. ¡Y si hay que mandar matar se manda!
El adolescente o joven atrapado. Cambia el comportamiento familiar y social. La mayoría de las veces, se aprecia el cambio a partir de, un viaje de recreo, después, de un campamento de verano, ejercicios espirituales, una competición deportiva, una marcha, una fiesta. Si, la organización, ha decidido hacerse con los bienes de la familia elegida, lo hará. Y si para lograr el fin es preciso la aniquilación. La ejecutará.
El abducido, poco a poco, se aparta de la familia. Se encierra en su habitación que pasa a ser recinto privado. De a poquitos va dejando los amigos de siempre. Pasa a tener, una actitud agresiva y distante. Altera los horarios. Bajan los estudios. Reciben llamadas intempestivas, teléfono, timbre, que atienden de inmediato y salen, a prisa, como alma que lleva el diablo. Está, en todo momento, acompañado por el líder que pasa a ser su, único, amigo.
El desgraciado, dependiente, pasa más tiempo en casa del líder que en la propia. Ya, dentro de la familia del líder será usado para pequeños trabajos, recados, seguimiento de personas. Le inician de la misma forma que iniciaron, a sus propios hijos. Del atrapado, obtienen con más precisión, la información familiar. La relación que mantienen sus miembros. El dinero que dispone, etc. Consiguen, copia de la llave de la vivienda. Utilizan la casa del iniciado, principalmente, su recinto privado como escondite de estupefacientes y otros.
El control que el líder ejerce, sobre, la familia del dependiente, parece de ciencia ficción, pero, no lo es. La realidad…bla…bla…bla… Tienen la llave de la vivienda. Entran y salen cuando quieren. El líder, pide cada día más por la dosis y va aumentando, el grado de mando, con las necesidades del dependiente que van en aumento. Llega el momento de la destrucción del núcleo familiar. Empiezan a ordenar trabajillos que, el dependiente, de manera instintiva rechaza porque se trata de su familia y, aunque, enganchados el instinto puede más.
Para que, el pipiolo atrapado, cumpla lo que exige, el padrino, tiene que saberse controlado. Al tener llave de la vivienda, tan sólo tienen que poner, los mecanismos de control que ejercen, ciertos, organismos estatales para obtener información. Como, esa cadena, destructora de los valores humanos, está ligada a cada uno de los estamentos sociales, aplican la técnica… Y sigue, la inagotable rueda de la fortuna…libre de impuestos…
Comienzan con la destrucción material. Ruptura de baños. Gastos. Fugas de agua. Gastos. Aumento tarifa de luz. Gastos. Aparatos eléctricos que dejan de funcionar, una y otra vez. Gastos, gastos y más gastos. Desaparición de documentos personales. Agendas. Facturas. Libretas. DNI. Pasaporte. Escrituras. Prendas personales. Cambio de objetos de lugar. Gritos. Insultos. Amenazas. Golpes en la pared. Y disimulo, mucho, disimulo, de cara a la galería. Solo, vecinos allegados y amigos saben lo que está ocurriendo. Si, se les ve por la calle o en las oficinas, nadie, diría como son, en casa.
Estas organizaciones en el momento que llamas a un gremio para el arreglo, tienen la información, el teléfono es de utilidad suma. Con la información, se adelantan y sobornan, a la persona de turno, con dinero o con garantía de trabajo. Pueden suceder varias cosas, las mejores:
Que arreglen el grifo y rompan la descarga. Que solucionen, el problema de la lavadora y que fastidien, el friega platos.
Las peores: que no hayan dado solución o dejen, a medio hacer, la labor contratada. Y… que cuando llamas y mandas faxes para comunicar que falta terminar, no contesten y no venga a tratarlo. Y… que pretendan el pago, total, de la factura sin haberlo solucionado. Y… que te denuncien por morosa. Y…que ganen el juicio. Y… que tengas que pagar, el resto de la factura, sin haberse subsanado el arreglo contratado.Y pagar los costes del juicio, de procuradores abogados y abogados.
Por cierto, las citaciones del juzgado nunca llegan al domicilio indicado. De este modo, no puedes defenderte. Y cuando consigues, la debida citación y estás segura que, el abogado te va a defender puede suceder, lo mismo, de igual o peor.
Pero…lo… verdaderamente… escandaloso… de todo éste tinglado es que, nadie, diga, pero, nadie, nadie, nadie, que:
EN FARMACIAS, SE VENDE, UN PRODUCTO QUE DETECTA, QUÉ TIPO DE DROGA ESTÁ CONSUMIENDO, EL AFECTADO, CON TAN SOLO PONERLO, EN UNA DE LAS PRENDA, QUE ESTÉ, EN CONTACTO CON LA PIEL DEL SOSPECHOSO.
Tampoco… logro… comprender…Por qué los responsables del bien hacer público, no ponen remedio, a éste mal social que destruye, a la juventud, destroza a sus familiares y cargan, sobre, los impuestos de los ciudadanos, sumas astronómicas que derivan del mal originado: Cuidados previos, al consumo. Vigilancia municipal, vigilancia autonómica, vigilancia estatal. Centros específicos para el consejo de la prevención. La atención de personas dependientes. Cárceles llenas de gente, en las mismas condiciones… ¡sin contabilizar las pérdidas de potencial joven y de su entorno familiar!
Y los gastos, resta que te resta, a la economía estatal…Y las mafias, suma que te suma, para su beneficio general. Gastos que bien se pudieran evitar, con estudiar, el mecanismo adecuado para, la regularización de las sustancias prohibidas. En su tiempo, se legalizó, el alcohol y con ello el crimen organizado y sus calientes y corruptos, beneficios.
Si, sociólogos, antropólogos, teólogos y mandatarios de prestigio, saben que:
DESDE EL PARAÍSO, TODO, LO PROHIBIDO ES CAUSA DE TENTACIONES PARA DESESTABILIZAR EL ORDEN ACONSEJADO. LOS ADOLESCENTES, COMO IMPULSO NATURAL, TIENDE A QUERER ROMPER, CON EL ORDEN IMPUESTO Y BUSCAN SU PROPIO CRITERIO. ¿Por qué, el gobierno, no ponen legalidad por el medio? ¿A qué está esperando?
Los buscadores de oro fácil, limpio de impuestos y de responsabilidades, aprovechan la edad de las personas, su entorno familiar y la situación del estado de la nación, para obtener, los beneficios que le vienen, en gana y para refanfinfla, corromper, desequilibrando, el orden establecido de todos y de todos. ¡Negocio perfecto! Muchos beneficios. Pocos gastos y el país, en sus manos.
En cuanto existan dudas, cambios, en la conducta de aquellos que constituyen, el núcleo familiar. Hogar, casa de acogida, internados.
Nada de privacidad. La libertad del otro no tiene porque fastidiar la tuya ni la de los tuyos. Lo primero es el registro, total y absoluto, de todos y cada uno, de los objetos que tiene, en su habitación, mochila... Comprar el medicamento test, en farmacia. Nunca, en la misma localidad. Mandar a terceros. Ponerlo de inmediato en práctica. Control de amiguitos y familiares de los mismos. Corte, inmediato, de teléfonos. Desconexión de timbre. Seguimiento de desplazamientos, principalmente, cuando sale de estampida. Si, existiera pruebas de que la persona está enganchada. Consultas y asesoramiento, en centros específicos. Si no, al psiquiatra de cabeza y sin preámbulos. Antes, hablar con los amigos de siempre y saber qué ha sucedido, con amistades largas y duraderas. Pedir ayuda a vecinos y amigos cercanos. Y, no tener reparos en poner, al afectado, de patitas en la calle, si necesario. Siempre bajo vigilancia.
En la casa cambio de cerradura. Del cambio de cerradura tiene que encargarse, terceros. El seguimiento de la familia, a robar, es tenaz y persistente. La organización soborna, al cerrajero y el poder seguiría, en sus manos. Documentos, fuera de casa. Si, hubiera dinero, en común, cancelación de la cuenta. Y, sin dudarlo, documento notarial, adjudicando, a la persona y bienes, (que puede ser, el objeto final del crimen organizado), un tutor, en caso de enfermedad o muerte.
María Evangelina Cobo Zaballa
Castro-Urdiales (Cantabria)
Es una cadena bien orquestada. Cuanto más suene mejor. Pero, en sordina. Los beneficios, de éstas organizaciones, no se limitan a la venta de estupefacientes. No. Están dispuestas de modo que todo está previsto. Una vez enganchada, la persona, pasa a ser eslabón de un inacabable engranaje de ganancias fáciles, libres de impuestos y de responsabilidades.
Sus miembros, participarán del bien estar que proporciona la organización, según, la capacidad personal, monetaria y familiar. Los atrapados son individuos carentes de decisiones propias. Inducidos y obligados a realizar, cuanto, para la organización, sea necesario. Esclavos de la dosis garantizada, libre de complicaciones, hacen lo que mande el gran hermano que, todo sabe y todo ve.
Las familias mafiosas entrenan a sus hijos, desde la más tierna edad para que sean, el gancho perfecto. Estos núcleos familiares, nacen, crecen y se multiplican, al calor del hogar biológico o social. Con suerte, son usados como portadores de la productiva mercancía que llevan, en sus pañales, cochecitos, mochilas escolares, sin levantar sospecha. Y digo, con suerte, porque, los hay que usan, a sus hijos o aquellos que están bajo su protección, para el comercio de la pederastia, activa y pasiva.
Los envían a estudiar en escuelas privadas y selectas. Cien por cien conservadores cara al exterior. En casa, utilizan técnicas de obediencia absoluta y sin concesiones. Sus hijos son educados para ser una, determinada, persona, hacía, el exterior y otra, en el núcleo familiar. Viven, en contacto directo con el robo, la extorsión y el crimen organizado del que hacen parte activa.
Son niños afables y muy educados. Pero, apenas, hablan, su esfuerzo va enfocado, en saber del otro y conseguir cuantas descripciones sean posibles de los sitios que frecuentan. No cuentan, nada, de su familia ni de los suyos. Son más bien callados y cautelosos. Eso, sí, sus ojos no pierden detalle y son muy sonrientes… Aleccionados para practicar pequeños hurtos, sin importancia. Vigilan a las personas indicadas por la familia. Y confiesan lo que han conseguido saber del amiguito señalado por el clan; casa, hábitos familiares, amistades y tren de vida.
Estos niños son, un peligro para cualquiera. ¡Nadie está preparado para semejantes notarios! Es un niño. Un ser inocente. Una personita a cuidar y proteger. El amiguito de tú hijo. Y, sin embargo, y sin la menor sospecha metes, en tu hogar, el caballo de Troya. Porque, las familias del crimen organizado, no ven, en el niño, más que lucro fácil a explotar. Y esos niños son el, vil, producto de seres corruptos y abusadores que nada les importa, el otro, con tal de vivir bien y mejor que nadie.
Cuando adolescentes, gracias al entrenamiento, suelen ser lideres de grupúsculos determinados. Son los que enzarzan al pardillo de turno, en las redes de la droga. Primero, como juego. Luego, como estado y finalmente, como necesidad. El líder proporciona la droga, pero, no la prueba. Se mantiene al margen. Él, es el dueño del cotarro y ha sido elegido y estimulado para ejercer, el mando y control de los desgraciados que han entrado, a hacer parte de la cadena. El método que aplican es práctico. Una vez que la organización ha obtenido las confesiones del niño, adolescente…Seleccionan la presa a atrapar y con ella, a sus familiares.
Buscan dinero ganso, libre de impuestos y de complicaciones. Van de cabeza, donde aquellos que lo tienen o parecen tenerlo. Como, en los casos de mobbing del robbing, “acosar para robar”. Eligen al más débil y con el que, más lucro pueda obtener. Estos, desgraciados dependientes, son usados para lo que sea preciso, según, el rango y categoría que le hayan adjudicado, en el circulo.
Pueden ser confidentes, camellos, carne fresca de orgías, o todo, a la vez. Por general, pasan a ser usados como objeto sexual de miembros de la organización o de posible captadores de la misma. Los servicios son consumidos por gente del variopinto espectro, sociopolítico y cultural ¡no se escapa ni el de la capa! Es, en ese eslabón de atroz corrupción donde, algunos, desahogan sus fantasías,perversiones o necesidades. Sátiros. Hombre de negocios. Sacerdotes. Políticos. Homosexuales, reprimidos que están, aparentemente, bien casados y son padres de familia. Mujeres insatisfechas. Pervertidos… Los jóvenes son usados para cualquier menester, a cambio de la dosis segura, sin riesgos, y otros pequeños beneficios. El puesto que alcance, en la organización, dependerá de los servicios prestados o de la categoría social que tenga, la familia del atrapado.
Y así, cada oveja con su pareja. Los jóvenes pobres y sin estudios, cuando no son esclavos de mano de obra barata y sumergida de por vida, acaban convertidos, en carne de cañón. Cárceles y prostíbulos están bien nutridos de jóvenes dependientes. Los pobres caen en las drogas y nadie les protege. El padrino quiere orondos beneficios. No, problemas. Las adolescentes y jóvenes de ese colectivo sufren peores males. Son embarazadas, por el clan, a posta, para que, a posteríori ejerzan de prostitutas. Un porcentaje, de las jóvenes dependientes, tienen mermada su capacidad cognitiva y son, doblemente, engañadas o seducidas por individuos que para, eso, están. Desgraciadamente, sus descendientes son usados del mismo modo.
Los adolescentes y jóvenes de familias bien situadas tienen trato especial, la mayoría de las veces, son protegidos por el clan. Ellos, pasan a ser eslabón de la cadena, pero, su trabajo, además, de los mencionados, es el llegar a todos los sitios, con la mercancía o ser la cadena transmisora de la misma, sin despertar sospecha. Son colocados, en puestos específicos y determinado para que logren, lo pactado y, ahí, estarán uniendo fuerzas y deteriorando por todas partes el sistema.
Ellas, las jóvenes y adolescente, también, caen embarazadas. El padrino organiza, bailes, fiestas… Las jóvenes son invitadas por amiguitas líderes y van, como todo hijo de vecino, a divertirse. En la diversión suceden cosas de encantamiento y es que vertiendo, cierto tipo de estupefaciente, en la bebida… el depravado, de turno, no necesitará de mucho para usarlas y preñarlas. ¡Ese es su único objetivo preñarlas! ¡Mira, si no hay métodos que digamos, para evitar el embarazo!
Estas adolescentes, van a ser tratadas de manera muy distinta. Las, unas, son casadas, a todo correr, con el infeliz que está de tiempo, en la organización. Y cargan, con hijos de locos pervertidos y criminales de por vida, con las consecuencias genéticas que con lleva, ciertas, taras. Otras, son casadas y colocadas en puestos clave de información política, donde pasan a ser, la mama y el papa de la intriga y de la corrupción.
Además, de colocarlos bien colocados, los condenados que más beneficios pueden obtener, ocupan puestos de prestigio para que la cadena ejerza como tal. Y están, como el vicio, en todas partes. En la calle. En los parques. En los despachos. En los partidos. En los sindicatos. En los juzgados. En los centros escolares. En el ejército. En las iglesias y en todos los credos. ¡No se escapa al cerco ni Carracuca!. Van muy bien vestidos. Muy bien acompañados. Muy bien seguidos. Muy bien admirados. Y, principalmente, muy bien amparados porque lo que van a sacar, a fuerza de tirabuzón, es la pasta más gansa de las gansas. ¡Y si hay que mandar matar se manda!
El adolescente o joven atrapado. Cambia el comportamiento familiar y social. La mayoría de las veces, se aprecia el cambio a partir de, un viaje de recreo, después, de un campamento de verano, ejercicios espirituales, una competición deportiva, una marcha, una fiesta. Si, la organización, ha decidido hacerse con los bienes de la familia elegida, lo hará. Y si para lograr el fin es preciso la aniquilación. La ejecutará.
El abducido, poco a poco, se aparta de la familia. Se encierra en su habitación que pasa a ser recinto privado. De a poquitos va dejando los amigos de siempre. Pasa a tener, una actitud agresiva y distante. Altera los horarios. Bajan los estudios. Reciben llamadas intempestivas, teléfono, timbre, que atienden de inmediato y salen, a prisa, como alma que lleva el diablo. Está, en todo momento, acompañado por el líder que pasa a ser su, único, amigo.
El desgraciado, dependiente, pasa más tiempo en casa del líder que en la propia. Ya, dentro de la familia del líder será usado para pequeños trabajos, recados, seguimiento de personas. Le inician de la misma forma que iniciaron, a sus propios hijos. Del atrapado, obtienen con más precisión, la información familiar. La relación que mantienen sus miembros. El dinero que dispone, etc. Consiguen, copia de la llave de la vivienda. Utilizan la casa del iniciado, principalmente, su recinto privado como escondite de estupefacientes y otros.
El control que el líder ejerce, sobre, la familia del dependiente, parece de ciencia ficción, pero, no lo es. La realidad…bla…bla…bla… Tienen la llave de la vivienda. Entran y salen cuando quieren. El líder, pide cada día más por la dosis y va aumentando, el grado de mando, con las necesidades del dependiente que van en aumento. Llega el momento de la destrucción del núcleo familiar. Empiezan a ordenar trabajillos que, el dependiente, de manera instintiva rechaza porque se trata de su familia y, aunque, enganchados el instinto puede más.
Para que, el pipiolo atrapado, cumpla lo que exige, el padrino, tiene que saberse controlado. Al tener llave de la vivienda, tan sólo tienen que poner, los mecanismos de control que ejercen, ciertos, organismos estatales para obtener información. Como, esa cadena, destructora de los valores humanos, está ligada a cada uno de los estamentos sociales, aplican la técnica… Y sigue, la inagotable rueda de la fortuna…libre de impuestos…
Comienzan con la destrucción material. Ruptura de baños. Gastos. Fugas de agua. Gastos. Aumento tarifa de luz. Gastos. Aparatos eléctricos que dejan de funcionar, una y otra vez. Gastos, gastos y más gastos. Desaparición de documentos personales. Agendas. Facturas. Libretas. DNI. Pasaporte. Escrituras. Prendas personales. Cambio de objetos de lugar. Gritos. Insultos. Amenazas. Golpes en la pared. Y disimulo, mucho, disimulo, de cara a la galería. Solo, vecinos allegados y amigos saben lo que está ocurriendo. Si, se les ve por la calle o en las oficinas, nadie, diría como son, en casa.
Estas organizaciones en el momento que llamas a un gremio para el arreglo, tienen la información, el teléfono es de utilidad suma. Con la información, se adelantan y sobornan, a la persona de turno, con dinero o con garantía de trabajo. Pueden suceder varias cosas, las mejores:
Que arreglen el grifo y rompan la descarga. Que solucionen, el problema de la lavadora y que fastidien, el friega platos.
Las peores: que no hayan dado solución o dejen, a medio hacer, la labor contratada. Y… que cuando llamas y mandas faxes para comunicar que falta terminar, no contesten y no venga a tratarlo. Y… que pretendan el pago, total, de la factura sin haberlo solucionado. Y… que te denuncien por morosa. Y…que ganen el juicio. Y… que tengas que pagar, el resto de la factura, sin haberse subsanado el arreglo contratado.Y pagar los costes del juicio, de procuradores abogados y abogados.
Por cierto, las citaciones del juzgado nunca llegan al domicilio indicado. De este modo, no puedes defenderte. Y cuando consigues, la debida citación y estás segura que, el abogado te va a defender puede suceder, lo mismo, de igual o peor.
Pero…lo… verdaderamente… escandaloso… de todo éste tinglado es que, nadie, diga, pero, nadie, nadie, nadie, que:
EN FARMACIAS, SE VENDE, UN PRODUCTO QUE DETECTA, QUÉ TIPO DE DROGA ESTÁ CONSUMIENDO, EL AFECTADO, CON TAN SOLO PONERLO, EN UNA DE LAS PRENDA, QUE ESTÉ, EN CONTACTO CON LA PIEL DEL SOSPECHOSO.
Tampoco… logro… comprender…Por qué los responsables del bien hacer público, no ponen remedio, a éste mal social que destruye, a la juventud, destroza a sus familiares y cargan, sobre, los impuestos de los ciudadanos, sumas astronómicas que derivan del mal originado: Cuidados previos, al consumo. Vigilancia municipal, vigilancia autonómica, vigilancia estatal. Centros específicos para el consejo de la prevención. La atención de personas dependientes. Cárceles llenas de gente, en las mismas condiciones… ¡sin contabilizar las pérdidas de potencial joven y de su entorno familiar!
Y los gastos, resta que te resta, a la economía estatal…Y las mafias, suma que te suma, para su beneficio general. Gastos que bien se pudieran evitar, con estudiar, el mecanismo adecuado para, la regularización de las sustancias prohibidas. En su tiempo, se legalizó, el alcohol y con ello el crimen organizado y sus calientes y corruptos, beneficios.
Si, sociólogos, antropólogos, teólogos y mandatarios de prestigio, saben que:
DESDE EL PARAÍSO, TODO, LO PROHIBIDO ES CAUSA DE TENTACIONES PARA DESESTABILIZAR EL ORDEN ACONSEJADO. LOS ADOLESCENTES, COMO IMPULSO NATURAL, TIENDE A QUERER ROMPER, CON EL ORDEN IMPUESTO Y BUSCAN SU PROPIO CRITERIO. ¿Por qué, el gobierno, no ponen legalidad por el medio? ¿A qué está esperando?
Los buscadores de oro fácil, limpio de impuestos y de responsabilidades, aprovechan la edad de las personas, su entorno familiar y la situación del estado de la nación, para obtener, los beneficios que le vienen, en gana y para refanfinfla, corromper, desequilibrando, el orden establecido de todos y de todos. ¡Negocio perfecto! Muchos beneficios. Pocos gastos y el país, en sus manos.
En cuanto existan dudas, cambios, en la conducta de aquellos que constituyen, el núcleo familiar. Hogar, casa de acogida, internados.
Nada de privacidad. La libertad del otro no tiene porque fastidiar la tuya ni la de los tuyos. Lo primero es el registro, total y absoluto, de todos y cada uno, de los objetos que tiene, en su habitación, mochila... Comprar el medicamento test, en farmacia. Nunca, en la misma localidad. Mandar a terceros. Ponerlo de inmediato en práctica. Control de amiguitos y familiares de los mismos. Corte, inmediato, de teléfonos. Desconexión de timbre. Seguimiento de desplazamientos, principalmente, cuando sale de estampida. Si, existiera pruebas de que la persona está enganchada. Consultas y asesoramiento, en centros específicos. Si no, al psiquiatra de cabeza y sin preámbulos. Antes, hablar con los amigos de siempre y saber qué ha sucedido, con amistades largas y duraderas. Pedir ayuda a vecinos y amigos cercanos. Y, no tener reparos en poner, al afectado, de patitas en la calle, si necesario. Siempre bajo vigilancia.
En la casa cambio de cerradura. Del cambio de cerradura tiene que encargarse, terceros. El seguimiento de la familia, a robar, es tenaz y persistente. La organización soborna, al cerrajero y el poder seguiría, en sus manos. Documentos, fuera de casa. Si, hubiera dinero, en común, cancelación de la cuenta. Y, sin dudarlo, documento notarial, adjudicando, a la persona y bienes, (que puede ser, el objeto final del crimen organizado), un tutor, en caso de enfermedad o muerte.
María Evangelina Cobo Zaballa
Castro-Urdiales (Cantabria)