jueves, 10 de noviembre de 2011

¡OJO AL DATO…QUE ES BARATO!





La sesión había empezado...
No fue necesario tiempo para percibir la cara de preocupación de todos los presentes. El alcalde dejaba entrever su solemne responsabilidad. Y, el  verbo subir se hizo hombre y retumbaba, en las paredes, asustando a los colgados. 
Hasta la cámara miraba con  el ojillo rojo de preocupación…Si recortan…igual me ciegan para siempre…
Y vino la quita de aquí y de allí… donde… antes fue esto para ti esto para mí. Y para mi primo y para el primo de mi primo…Y para las primas de riesgo… la mamma, el papa, y el cuñaooo…
El déficit del ayuntamiento hace temblar al más sereno. Independientemente, si han pasado, el cepillo, la escoba o han llenado el cazo; los gestores y consentidores del atropello económico deberían ser juzgados por imprudencia temeraria…Y a la calle si no cumplen con lo prometido... ¡Como  cualquier asalariado!
Viendo y escuchando, atentamente, la exposición de cada concejal se notaba la gravedad de lo que se les viene encima. Solo dos estaban más contentos que una trikitixa. Y
la diarrea verbal acostumbrada.
Corrí los ricos y ostentosos cortinones para ver las obras. En la plaza del consistorio, cuatro obreros doblegando el espinazo estaban a vueltas con maquinas, picos, palas…Estos trabajadores igual ni llegan…
En esto, oigo una voz guasona nombrando a Unamuno… Nada menos que a Unamuno… Y decía paparruchadas a lo Francisco Alegre sin
asomo de  pesar…
Miré a la platea. Serios. Le dejaban hacer. Hasta el ojillo…le miró de reojo  y no pudo evitar luz roja.
Sentí una repugnancia visceral le hubiera dicho…
¡Ándala!  dile a tú grupo que  pague lo que debe, dos años de agua y uno de alquiler…
¡Ándala! que os estáis aprovechando de la confianza de una mujer, sola, y le habéis quitado el único ingreso que tiene para vivir…
¡Ándala! que ha tenido que ir a la Guardia Civil y denunciar el acoso del que está siendo victima…
¡Ándala! corre ve y di  quién tiene los mil metros que faltan en el haber de la empresa, Conservas Nicola Lo Coco SA…
¡Ándala! que la permuta fue por seiscientos y pico metros cuadrados… ¡Ándala! corre ve y di  los metros que se han restado al patio de luces de la calle Juan de la Cosa, 4…
¡Corre ve y di cómo se llama el arquitecto…! 
Unamuno…Unamuno…Unamuno…

UNA…MU… ¡NO!

Y me entró la risa…Una risa relajada…risa sin intención de ofensa…como es habitual en mi persona…Risa que no puedo reprimir porque me oprime el pecho y el corazón se acelera y el cardiólogo me lo tiene prohibido…Y me río por no llorar…y me río por no ponerme a chillar y que   salten  los cristales que el tambor de hojalata ha clavado, en mi vida.  
UNA…MU… ¡NO!
¡No me  callarán! Ni tú. Ni tú grupo. Ni el secretario del partido. Ni el padre del secretario del partido. Ni el sindicato.
¡No hay nada ni nadie que pueda sofocar la verdad! Porque ni se compra ni se vende el cariño verdadero…


* Rosa...alcaldía...muchas gracias. 


María Evangelina Cobo Zaballa
Castro-Urdiales   (Cantabria)