Se me había olvidado, la paliza y más que pasado, estaba lo de Fuerza Nueva…
Está visto, yo, no soy ni del masculino ni del femenino ni del
neutro. Yo, soy del género tonto. Del género tonto, asumido y conquistado, poco
a poco, a lo largo de toda una existencia. Porque hay que ser capullo para no
poner, nombres y apellidos de todos y cada uno de los catorce visitantes,
clandestinos, que invadieron, mi vivienda, en compañía de mi esposo mantecoso.
Y
no es un invento. No es recreación. Es la pura y dura realidad. La prensa
recogió la noticia. Vinieron, supongo, inducidos por mi marido para acabar con
la comunista.
Gritaban,
¡Viva Cristo Rey! ¡Pena que no puedo reflejar, un documento del partido
comunista francés, en el que el Sr. Malacuso, contesta, a el Ilmo., y Excmo.,
Gaetano Lo Coco Cortázar, diciéndole que, no se preocupara, que tomaban buena
nota, y que no me iban a ayudar, más, porque el, verdadero, comunista
era, Jacinto Lo Coco Cortázar.
-Por
cierto, cuando me escapé de mi casa porque me la habían precintado y de seguido
se llevarían, a mis hijos, LOS PRIMEROS EN AYUDARME FUERON: Caritas Parroquial,
cuando entonces, hacía parte del grupo. Mi amiga, Encarnita, hija de Guardia
Civil y mis tres hadas madrinas, Amparo, Luisa y Carmen.-
¡Mira
que no aprendo! Y... como decía mi abuela, quien hace un cesto, hace un ciento.
Nada, yo, como todas las tontas y tontos del mundo, a hacer el bien y no mirar
a quien. Y, es que… ha… pasado… tanto… tiempo…Han cambiado…tantas cosas…
Fijaros,
cuando volví a Castro-Urdiales, uno, de aquellos muchachos, era,
el guarda espalda de un antiguo comunista, hoy, socialista. Y nos saludamos con
el debido respecto. Solo, el que puso, una bomba, en el partido comunista y,
por ello, fue condenado viene a mi encuentro por las esquinas…
Pero… ni
caso…seguro quiere darme, un abrazo…o un manotazo, en el culo. Eso es lo
que hizo, el mago Tamariz, según, él, a petición del Rufiano. ¡Cree el ladrón
que todos tienen el culo con la misma reacción!
¿Y... lo de Vincenza
y servicio? ¡Es que no tiene desperdicio! Porque, si lo pienso…es que soy tonta
con avaricia. Después, de lo que me hizo…
Había
pasado por lo menos dieciocho años. Yo, con todo el esfuerzo y sacrificios del
mundo, había
realizado, casi todos, mis sueños. Vincenza, viene a Castro-Urdiales
y quiere saludarme. ¿Por qué no? Mis hijos iban, a Sicilia, cuando querían y
estaban, en casa de su madre como príncipes. Sentí que lo humano era olvidar,
el pasado y recibir, a Vincenza, como su madre acogía los míos.
Entre
dimes y diretes…Vincenza, me cuenta, todo lo que ha sufrido, en el transcurso
de aquellos años, con su ex. Si, porque… ¡Alá es grande y también sus profetas!
Y San Expedito, patrón de las causas justas e imposibles… ¡no veáis! Como diría
Bono…y ez que… es que, Vincenza, hija única, mimada y consentida, tuvo la
suerte de encontrar, un marido que no le correspondía.
Y... Mateo, que era libre, cariñoso, atento y sacrificado… no aguantó, la cadena del
amor eterno y buscó, otros, lazos menos amargos. Y... según, ella, se llevó la
mitad de los bienes gananciales…Bienes que, ella, había aportado al matrimonio,
mientras, él había ido más pelado que un bacalao…Y... que si las broncas, en
Sicilia seguían siendo de, ¡venga, Dios nuestro Señor y acuda…! Y que si… todo…
el pueblo de Santa Flavia, la tenían señalada…
Y... que si decían… que era una fulana… que si era
lesbiana…sucia…cochina…marrana…que si hacía la vida imposible a su cariñoso
esposo... ¿A que os suena, los manifiestos responsos?
Y... me entró, una pena infinita…Porque, además, se estaba recuperando de un
cáncer…Pobrecita, cuando la conocí era tan alegre, tan gordita. Estaba tan
enamorada... Que cuando se marchaba de casa dejaba al amante con dos vueltas de
cerrojo…Y... a mí me resultaba muy gracioso ver al pobre, Mateo, secuestrado, por
guapo y por fogoso…Y yo pensado, para mis gozos… ¡Unos, por otros!
Cuando
me contó… quién estaba moviendo los hilos del guiñol, no dudé en ayudarla.
Entonces, y solo entonces, cumpliendo la palabra dada a mi suegro, fue cuando
le conté, dónde, podía encontrar, los documentos secretos que buscaba. Porque
según, ella, el Ilmo., e Excmo., Gaetano Lo Coco Cortázar, era quién cortaba,
el bacalao y ayudaba a su esposo.
¡Así,
me lo paga, Vincenza, llevando a mis hijos, al Juzgado para robarles y
enmierdárles, con falsedades! Y... es que, yo, soy del género tonto. Pero, ya se
sabe que, ¡quién
al Ilmo., y Excmo., tío se parece honra merece!
Pero…
ahí, no queda la cosa nostra…Resulta que, antes, de llevar, a mis dos hijos, al
juzgado pidiendo una herencia que no existe y que, ella, y los suyos lo
saben…Me enteré por su boquita, glotona y desagradecida que, su tío, el de
siempre e Ilmo., y Excmo., se había metido, en un asunto que
involucraba a su hija, María Lucrezia, y, la tal, Francucha. Si, aquella, moza
de servicio que, junto, con su hermana y la Vincenza , me arrearon de lo lindo. ¿Os acordáis?
Pues la misma que, tal, calza y viste.
Según
me contó, una familia siciliana. Mi difunta cuñada, María Ángela Lo Coco
Cortázar, buena como, siempre, dejó, en herencia a su nieta,
María Lucrezia Verruso D´Amato, una propiedad en Sant´Elia.
-Esa
propiedad era el único bien que tenía mi suegro, Nicolò Lo Coco Cefalú. La
propiedad fue donada a su hija, María Ángela Lo Coco Cortázar, hecho negado por
su hija, Vincenza D´Amato Lo Coco, en el Juzgado de Primera Instancia e
Instrucción, nº1, de Castro-Urdiales, en el juicio de división de herencia
nº963/2008, que
el Ilmo., Excmo., Gaetano Lo Coco Cortázar, Narcisa Lo Coco Cortázar y Vincenza
D`Amato Lo Coco, han
interpuesto, a mis dos hijos.-
Heredó,
la propiedad de su abuela, con una cláusula que favorecía y protegía,
a Francucha.
Quién podría
disfrutar de la propiedad, hasta, su muerte. Según, lo que he podido saber, a
través, de indignados, italianos, el Ilmo., y Excmo., Gaetano Lo Coco Cortázar,
Francucha, Vincenza, su hija, María Lucrezia Verruso D´Amato, sus hermanos y,
hasta, Mateo, están a la greña, por la propiedad de Sant´Elia.
¡Dios
es grande! Pero la capa de la Virgen no aparece…Y como podéis comprobar, yo,
sigo haciendo parte y sin remedio del género tonto.
* Pastificcio D`Amato
María
Evangelina Cobo Zaballa
Castro-Urdiales (Cantabria)