jueves, 17 de mayo de 2012

LOS TONTOS ACTIVOS




Ayer, estuve hablando con un viejo conocido…y me dijo unas cosas que no tienen desperdicio… “…Y es que hay demasiados tontos activos… mientras van por libre, se comen sus propias idioteces…pero…cuando uno de esos tontos activos ocupan cargos públicos… ¡cometen una de tonterías!”
Puede que tenga razón…  en cambio, yo, no lo veo, así.
Recuerdo, a mi abuela repitiendo, sí…sí…tonta…tonta…mierda…mierda… Sucedió, cuando una mozuela, asidua de la casa,  la montó parda…Se llamaba, Claudia, quiero recordar que culparon, a la pobre infeliz, de la muerte de un gato a la chicoria. 
Era, el puchero, donde se preparaba, la achicoria, coloradote y renegrido de tanto sentarse, en la chapa de leña y carbón. Después, del  hierve que te hierve tenía como perpetuo compañero, un colador de trapo tan amanecido y recalentado como él.
Todas las mañanas, desde, el cuarto de los trastos,  habitación que compartía con,   Tigre, se escuchaba, el  despertar  de mis abuelos preparando los útiles  de trabajo y luego, el olor a, “café achicorié”… Según, contaba mi abuela, Flora, Claudia, metió el Michin, en el puchero. Estaba muy segura de ello  porque, la tal, Claudia llevaba dibujados, en su piel la última defensa del Misi Fu. ¡Parecía la mujer araña!
La tarde de aquel nefasto día,  como de costumbre, Flora, preparaba un buen tazón de leche que manchaba, con la pócima que había sobrado  del desayuno. El colador no estaba,  en su sitio, pero, restó importancia al hecho hasta que al revolver, el brebaje, notó que había algo dentro. ¡Qué fatalidad sacó al animalito cual arpillera!
Solo la había  visto llorar  cuando recibía las cartas del Brasil,  fue mi primer dilema,  hoy es el día que no se  si sentí más dolor por la muerte del Mis, o, por la aflicción  y llanto de mi abuela.  Y Flora, entre lágrimas y quejumbres iba repitiendo por aquel pasillo desnivelado y crujiente…Sí…sí…tonta…tonta…mierda…mierda…como la pesque… hoy, en vez de chicoria, vamos a tomar café exprés. ¡Qué le habrá echo el Menino! Ni que decir tengo que, la Claudia, no volvió a aparecer por casa de la abuela, en tiempos… Sí…sí…tonta…tonta…mierda…mierda…pero, Claudia, se cuidó, muy, mucho de no  convertirse en café exprés.
¿Por qué escaldó al gato? Lo más probable porque la dio la gana. Lo hizo y san se acabó. Pero, no aterrizó ni por el portal ni por el puesto de los churros… ¡por si las moscas! Así, que tonta…tonta…pero, hace lo que quiere…y mierda…mierda…porque no se la podía hacer nada… Esa, era la explicación que daba mi abuela al dicho popular.
Sin embargo, existen  tontos… tontos… mierda… mierda… que no escaldan a gatos en chicoria... si no que meten.... en café expres a personas. Y utilizan todo su poder para que la cocción resulte rápida y sin miramientos. Son truhanes y truhanas de todos los tiempos. Están como, Dios, en todas las partes. Son los herederos del cielo, en la tierra. Los que se nutren y se aprovechan de la buena voluntad de las gentes.
Amorales, reparten el pastel como les apetece atiborrándose...  hasta el vómito. En este caso,  el tonto… tonto… mierda… mierda… tendría el significado de alguien que se hace el tonto para aprovecharse de los demás.
¿Harían parte del pelotón de tontos activos estos últimos? ¿O no?

*Forrest Gamp

María Evangelina Cobo Zaballa
Castro-Urdiales   (Cantabria)