miércoles, 9 de abril de 2014

MICHELLE OBAMA Y LA ECONOMÍA






Escucha, Wa. Tengo una serie de reflexiones que, por una cosa o por otra, acabo dejándolas fuera de la red.  Al colgar la receta del yogur me acordé de que tenía que contarte la impresión que me produjo la entrada de Michelle Obama, en la Casa Blanca y sus ingeniosas campañas.* (1,2)
¿Tiene miga?  
¿Que si tiene miga? Y buen pan…Quizás sea uno de los panes más importantes, en la estructura económica de un país. Me refiero a la cesta de la compra y sus consecuencias. No solamente  al hecho de comprar con responsabilidad y buen tino- Lo preciso. Productos del tiempo. Consumo local.- sino a la repercusión que tienen los alimentos que tomamos para nuestra salud.
En el pequeño y despreciado espacio. En ese  que, por costumbre,  recorre a diario Petra criada para todo. El que va del hogar hasta donde se deposita el sudor del salario. Donde iban y van nuestras abuelas y madres. Mercados, emporios, ultramarinos, secos y mojados, chiringuitos, tiendas, supermercados. Ese olvidado rally es el trayecto más saludable, productivo y barato de toda la parafernalia empresarial a nivel mundial. Similar al *(3) yogur. Bueno. Barato. Eficaz.
Cuando Michelle Obama se metió de lleno, en el jardín… por las características de su trayectoria personal, pensé…Seguro ideará algo trascendente…tan bello, sencillo y vital como un jardín- Lugar de meditación por excelencia, y, quién dice jardín dice naturaleza viva- A continuación, me la veo armando un huertecito…un huertecito ¡nada menos que en la Casa Blanca!
Yo, Watson,  curiosa, a la expectativa…cavilando… ¿Ecología? ¿Ciencias naturales? ¿Laboratorios?  Hasta que surgió… ¡la chispa de la vida!...la naturaleza a modo de nutrientes. Los alimentos y su repercusión en la salud. ¡Qué mujer más inteligente! Y mira, Watson, que Hillary Clinton Rodham ¡me encanta! ni qué decir  tengo de Dilma Roussef… y menos de la sexagenaria esperanza… 
Pero… Ese toque tan cotidiano. Tan sencillo. Tan útil. Tan inmediato, accesible y práctico… ¡me engatusó! ¡Mírala, ella!  Desde su jardincito. Desde su quinta de tierra sembrada. Desde el mata hambre cotidiano… en la cocina… entre cazuelas…Mírala/ mírala/mírala/ ¡como La Puerta de Alcalá!
¡No será para tanto, morena!
Sí, Watson, sí, es para mucho más ¿Conoces el viejo refrán que dice, de lo que se come se cría?
¡No lo voy a conocer! ¡A poco me reconvierto en coquito!
Atiende, Wa. Si no mantienes un equilibrio en la alimentación, tu cuerpo reflejará excesos y carencias. La ingesta de alimentos innecesarios aumenta las enfermedades modernas, principalmente, la obesidad mórbida. Si te alimentas con corrección evitarás gastos superfluos. Abaratarás tu cesta de la compra. Y disfrutarás de mejor salud.
Watson…Estos pequeños y cotidianos gestos repercutirán, de inmediato, en el mejor funcionamiento de un país. Resultado, ciudadanos más sanos. En mejores condiciones de estudio y de trabajo, menos costes en farmacias, en hospitales y en bajas laborales.
¡Esperemos copien el ejemplo, cariño!
Por la cuenta que nos tiene a todos… ¡mejor será!
Mira, Wa… Aunque sea agua  pasada y no vaya a mover ningún molino…y como, en el momento, no pude despacharme a gustito… la cara que tenía, la primera dama, cuando su famoso esposo estaba de cháchara, era de puro aburrimiento… ¿Celos? ¿Quién dijo celos?  ¡Nunca entre velos!
Wa…velos rima con…

*(1)

María Evangelina Cobo Zaballa
Castro-Urdiales  (Cantabria)