sábado, 20 de septiembre de 2014

CASTRO-URDIALES: MANGANTES EN EL CUARTEL





Watson…Wa… ¿Dónde estás que no te veo?
¡Ni falta que te hace! Me he vuelto  invisible…No existo…Después de lo de Ministerio del Interior, te va a escuchar, Anacleto… A mi, cuéntame  las cosuchas de  Sisadora…Diodones… Rufianes…y Taninetos…Que llevo sin pegar ojo  desde el día después…
¿Después de qué?
Tienes una jeta, morena… ¿No me digas que no has leído la prensa? Que no has visto al rey, el video, el cambio de mando… ¡Uyyyyyyyyyyyyyy! Y tú haciendo rimillas…so cacho cabeza de alcornoque…
¡Relájate, Wa, y no te me pongas agresivo!
Y, para dar tranquilidad a tus miserias no hay nada mejor que una explicación…
Tú, explica, explica… ¡que de mi no sale replica!
De ti, no, porque eres prudente…Pero, lo que es de los alegres compadres y comadres pasteleros… ¡no veas la de trufas que han pedorreado! Sobre todo, la matriuska…
¿Matriuska?
Sí, la fundadora de, Traga-Traga Asociación de Tragones del País, la repartidora de bombos ajenos…cuchi cuchi de Tanineto…y de los ambientadores locales de retretes y orinales…antropófagos de carne ajena…pasionarios de latigazos, en cuerpo de Cristo…
¡Ah! ¡Ah! Si  es para hacerles un traje a medida… ¡Vamos a pegar la hebra un ratito!
Estábamos, en la denuncia de la situación del cuartel de  la Guardia Civil de Castro-Urdiales.
Morena, te advierto que los sufridores del cuartel aunque se llamen civiles son militares…piénsate, muy mucho,  qué tela  vas a cortar…no vaya a ser que te metas  en camisa de once varas, pero,  de las de  a rayas.
¿Cómo las del moreno?
No, cariño, no, en blanco y negro…
Vale, cuidaré de que, no, nos enchironen. Ahora, fíjate, Wa, si no tiene guasa la cosa …los responsables de mis idas y venidas al cuartel son, nada más y nada menos que, los merengados de coco cubiertos de chocolate al ron de los tiempos…los amasadores de trigo ajeno, los gandules de marca mayor.
¿Con label?
Con label, sin label, azul, rojo, amarillo, verde. Da igual… ¡Todo por merienda de la molienda! Sí, Watson, gracias a los cuatro, el tambor, y, a la creme de la creme, voy al cuartel a denunciar robos, acosos... Como te dije, el cuartel está hecho un bochinche.
Si, los cocos llegan haber presentado el Ab-Impestato, en el cuartel, en vez de, en el juzgado, daría lugar a una película a lo neorrealismo italiano de Vittorio De Sica.
¡No me digas!
Te digo…  han presentado un reparto de herencia, en España, a lo, Ab-Inventato, y, el dolo de  la fallecida, que es española, no consta  en el registro civil español.
Si no está inscrita, morena, ¡es que no está muerta!
Fue lo que dijo el cónsul italiano. Wa.
Y…si no está muerta… ¿Cómo han realizado el Ab-Embrollato?
Y… ¿Cómo crees tú que han estado robando desde los setenta lo que han rubatto?
¡No me digas que rodando el famoso, Coco-Colado, guión y sus variantes consonánticas!
Espera, que  eso no es todo, Watson. Lo esperpéntico del guión, Coco-Colado,  es que han presentado, un certificado de defunción, italiano, con un nombre que no es el de la fallecida, doña Petra, si no que viene a nombre de doña, Petrucha…
¿Y cómo se llama la presunta?
En el registro civil español, se llama Petra.
Y… ¿No consta ninguna modificación en el nombre?
¡Nada de nada! El cónsul me ha asegurado que su nombre es Petra. ¡No hay Petrucha que valga!
Madre del divino amor… ¡No me lo puedo creer!
Pues siéntate, cariño y no tengas miedo…Resulta que pregunté, al susodicho, cómo tendría que hacer para que la defunción, en Italia, fuera registrada, en España. Me informó debidamente. De inmediato fui a la fuente… tenia que rellenar unos papeles y ponerme, en contacto con el ayuntamiento…Buenooo…
¿Y?
¿A que no sabes como se llama el alcalde del lugar?
¡Pinocho!
No andas lejos…Dicen que… nada más y nada menos, es familia del que escribió, “Paese di Mare”, y, de aquel que, según, Lamata, tiene la perla de la corona  ¡parte de mis gananciales!
¡Uyyy! ¿Nicolò el amigo del Diodon y de su santa estampa?
¡Ecco! Pero, es que  San Cucufatos hay tantos como cocos.  Pueden llevar el mismo apellido,  y ser muy diferentes, ¿o no?
Tú, por la cuenta que te tiene, morena, ¡mejor a la retaguardia!
Gracias, te haré caso... ¡Me pondré al amparo de tus hermosas espaldas!
¡Ni en sueños! ¡Que de sólo pensarlo me sube la bilirrubina! Nada, encomiéndate a la Virgen del Perpetuo Socorro… ¡Menudo guión  han preparado!
Sí, majo, sí, y con un reparto de actores italianos y españoles ¡de Oscar!
¿Te imaginas, Watson, a toda esta macarronada, puesta en escena, en el destartalado cuartel de Castro-Urdiales?
Figúrate, a tres, habituales, mangantes,  Diodon, Sisadora y Lamata, vestidos de negro entrando, en el cuartelillo. Figúrate al guardia, de la época, preguntándoles, el nombre y reclamando papeles. Y, a los porpetones respondiendo con el consabido  co-co, cocoroco. Imagínate al guardia mirándoles de arriba abajo. Atusandose  los bigotes. Dejando a un lado el tricornio. Leyendo el Ab-Inventato. Preguntando el nombre de la fallecida.
“Petrucha se llama Petrucha… ¿Española? Sí, española. Aquí reza Petra. Sí, pero, dejó de serlo… ¿Qué dejo de ser qué? Española. ¡Que dejo de ser española! ¿Dónde, donde está escrito? Aquí, tiene el certificado del Ilustrísimo Pepino Imbassatore del…”
Imagínate, al guardia civil, mirándoles a hurtadillas y  colocándose  el tricornio…
“Aquí pone que estaba casada con CocoChalao… ¿CocoChalao era vuestro tío? No, se llamaba Coco-Liso. Y… ¿La Petrucha? Haber,  decir de una vez… ¡Quién coño es la Petrucha! Petra… es Petra, nuestra tía.  Si es española y se llamaba, Petra,  es Petra, no, Petrucha. Estamos en  España.  Si no hay certificado de defunción a nombre de Petra. No hay muerta. Y…si no hay muerta… ¿Quién es la Petrucha? Firmes  ¡Al calabozo!”
Figúrate al Diodon sacándose del bolsillo, el collar de la reina, y,  mostrándoselo al guardia. Y, a este, cabreado, repitiendo. “Tunantes, falsificadores ¡Al calabozo!” Figúrate,  a la Sisadora intentando quedarse con el collar que el guardia quiere requisar…y a la Damata tratando de escabullirse por el laberinto del pasillo y acabando,  de bruces en el  despacho de la policía judicial…
Y, ahora, Watson, mete a María la Negra, en tiempo real. Imagínate, a la menda, subiendo por las escalinatas con el carrito de los helados arrastras… Imagínate que, de repente, se levante una de las habituales tormentas, y, el mar que no entiende  de protocolos comience a rugir… ¿Te imaginas que se abra un boquete frente al cuartel mientras estás leyendo el Ab-Injuriato…? Imagínate  que, mientras estás denunciando, entra un guardia y se lleva el mata sellos, y, luego, vuelve a dejarlo…y entra otro…y se lleva unos clips…y un no se qué…y viene a devolverlo… Imagínate que la vigilancia, del recinto, esté realizada por  chorizos e indeseables del pueblo que te acompañan, hasta la puerta. Y, que, mientras estás declarando, otros embutidos, desde  los visillos de las ventanas  espían, controlan  cuando sales. Para cuando  quieren investigar, los cocos-colados  han dado el soplo y desaparencen, por unos días de la escena y del guión…
Y… ¿Qué me dices de los guardias?
Los guardias…están de un ser y un ver que no responden al guión, Coco-Colado. Tienen las hechuras y altura de una democracia bien constituida. Están dentro de la elite de Europa ¡No hay más que tratarlos! En el cuartelillo, supongo, se las componen como pueden...Entre las estrecheces en el recinto. El socavón que  ruge que se mata. Los estruendos de las olas en las rocas. ¡Curaditos de espanto! Y, no quiero pensar, en el rancho, seguro, estricto y bajo en calorías, de lo contrario, entrarían en conflicto espacial…
Esas, fueron una de las razones que me llevaron a realizar la queja en el cuartel. La seguridad. La igualdad. La fraternidad. Estoy hasta donde me callo… de escuchar, que si bla...  iguales... bla... bla...  seguros... bla... bla... bla... fraternales... solidarios... ¡Bla!
Pensé que no me iban a contestar, como tienen costumbre los del por silencio administrativo… Pero, no. Me contestaron, sin demora y con la explicación correspondiente.
¿Y cuál fue la respuesta?
Que estaban en ello, incluso, que habían solicitado un crédito.
Relacioné… el cuartel se va adecuar, pero, no va a cambiar de lugar…Luego, si vamos a tener que esperar a un crédito…entre  Merkel que no suelta la panoja. Mariano que está con Merkel. Putin con gas en las manos. Obama con  drones por los talones, y, los hermanos, de aquí y de allá, tirándonos a los leones… ¡Toca diana!

https://www.youtube.com/watch?v=jX6L8I4KmQA  
Y, tú, metomentodo, vas y ofertas el palacio, Ocharan, como si fuera tuyo. ¡Hala! Rabisalsera que eres una rabisalsera…
El palacio no, pero, una pizquita de los ocho mil metros de la tierra prometida…El sitio es el preciso. Se me presentó, la loca de la casa, y salieron las rimillas, tal cual las siento y no me desdigo de ninguna. Al enterarme  que venía el rey, a Cantabria, no lo pensé dos veces y las colgué…
¡Como que las va a leer! Chorlita… que eres una chorlita…
El no. Puede que… a lo mejor, suena la flauta…y alguno de la casa real escucha…
Tú, si que vas a escuchar, lo que yo te diga, como interpreten mal tu intención…
¡Quién no arriesga no cruza el río!
Además, es la única forma que tengo de agradecer como me tratan, en el cuartel de la Guardia Civil de Castro-Urdiales, y,  lo que un día, por estas fechas,  hicieron  por mí y por mis hijos una pareja de la Guardia Civil.
Allá por el año 1978, con la sentencia de separación en trámites. Tenía que demostrar con documentación, los bienes gananciales, a saber, fábrica de Sámano, Santoña…En Castro-Urdiales era imposible entrar, en la fábrica... allí estaban los que, hoy, tiene parte de mis gananciales. Entonces, me desplacé, con mis hijos, a  la fábrica de Santoña. Entré en la oficina y me llevé los documentos que necesitaba. No te olvides, Watson, que estaba viviendo escondida, aquí y allá, y que tenía orden de búsqueda y captura. La intención era sacar fotocopias de la documentación y devolver los documentos. En esto que nos para la Guardia Civil. Yo muerta. Me preguntaron dónde iba. Les  informé de mi situación. Y que nada más terminar de hacer las fotocopias iría de inmediato a devolverlas. Uno de ellos mirándome, en lo profundo de los ojos, me dijo: “Y… usted no sabe, señora, que las fotocopias no sirven como prueba…”
No hizo falta más, entregué las copias. Las originales están en el juzgado de Laredo. Gracias, a ese gesto desinteresado y humano conseguí demostrar que las fábricas y otros enseres eran bienes gananciales. La sentencia designó además de los hijos, el domicilio conyugal, y, 40.000,00, pesetas mensuales.
Jolines, era mucha pasta. Sí, era lo que me correspondía.
Y… ¿Los bienes gananciales?
En manos de todos los Ab-Inventatos, Ab-Infalsificatos, Ab- Infraudeatos.

Estoy, en el Telecentro del Aula de Cultura Eladio Laredo
Ordenador nº,15.
María Evangelina Cobo Zaballa
Castro-Urdiales    (Cantabria)