martes, 8 de marzo de 2011

MIS QUERIDAS ABUELAS


DOÑA   FLORA  HERNÁNDEZ  BILBAO  DE  ARTECHE

 
La mujer que me cuidó
La mejor de las abuelas...

En sus setenta acogió
A los hijos de su nuera

Yo cinco...Mi hermano tres…
Años de la emigración
Rotos por todas partes
Dictadura…
Miseria… del corazón






 
El abuelo hacia churros…


Vendía pescado…
Cuidaba la huerta…
La abuela un poco de todo…
Vendía los churros…

Contaba  pesetas…
Preparaba del negocio… la mesa


Blancos manteles, delantales.
Tijeras, bandejas plateadas.
Movimiento de caderas
Revisando la algarada                                                    
 
Sacos de harina… leña… aceite…
Parrilla…  caldera… carbón… tenazas…
Con  trapos mojados tapaba
La masa ya preparada
 
¡Listo chipoteaba el aceite!
El carbón en puras brasas
Mi abuelo… Ángel…  suda que te suda…
Tigre… mi perro… ladra que te ladra…
 
Flora… ¡ya dispuesta en jarras!


El moño en la nuca atado
Manguitos hasta los codos
El delantal fruncidito…
Se lo recogía todo…

El tic… tic de las tijeras.
El crujir de los calientes.
Inconfundible olorcito
De fiesta para las gentes.
 
Dos reales…una perra…una peseta
Media rueda… un churro…  rueda entera
 
Chin… chin… hacían los chines
Chin…chin...que gusto que daban
Chin…chin…mi abuelo silbaba
Chin…chin…mi abuela soñaba…
 
¡Plis! Agua luz alquiler.
¡Plas! Ésto para el comer.
Lo otro… para por si acaso.
Con lo que sobre… a mis nietos…
Les compraré… unos zapatos…
 
Y en casa… mi abuela Flora…
Guisaba…lavaba…fregaba…arenaba…
Planchaba…zurcía…remendaba…
Trenzaba....  cebollas… ajos…
Los tomates embotaba…
Me tomaba la lección…
Mientras la radio escuchaba…
Y… Leía…escribía…cavilaba…pensaba…
En el hijo de su entraña
Que lejos… muy lejos… estaba
 


Y en el jarrón de cobre
Rojo como el tizón




 
Perfumadas…  madreselvas…
Que el abuelo siempre traía
De la huerta en el serón







 




DOÑA FRANCISCA AZCONA AZCONA

 
 
 
Mi abuela era toda mar.
Sus ojazos hechiceros
Seducía su cantar
Como sirena al lucero.
 
“¡Cómpreme, usted, Don Cipriano,
Éste guaitu sandunguero,

Pues todo lo que vendo yo
No es poco y es muy bueno!”
 
Delantal blanco, manguitos,

Con puntillas voladoras,
Lazos como mariposas,
Es  Paca la vendedora.
 
Anoche hubo mala mar,
Sus marineros rendidos,
Nada para llevar,
Ni paga, ni cesta, ni pan.
 
¡Hambre de remolinos,
Ocho días pasaran!
 
Sus mujeres marineras,
Manos rojas, manos hinchadas
A las fábricas irán
A ganarse la soldada
 
¡De salazón y humedad
El alma tienen calada!
 
Marineritos los hijos,
Sin rumbo, atolondrados,
Espían por las rendijas,
Dónde se asoman los sacos.
 
Naranjas a medio pudrir,
Chocolate de terrón
Castañas muy calentitas
Como ascuas de carbón
 
¡Merienda del corazón
Que no cesa de latir!
 
- “¡Cómpreme… usted… Doña Faz…
Merluza de alta mar!”
 
- “En el mostrador de mármol…
Parece manjar de santo…”
 
“¡Mejor estará en la cazuela!”
Le contestaba mi abuela,
Con sus ojazos de mar…
Así se ponía a cantar:
 
“A la lima y al limón
Ya no tienes quién te quiera
A la lima y al limón
Te vas a quedar soltera”
 
Se iba la señorita,
A comprarse sardinitas
Al puesto de la de Villar,
Pues decía daba más
 
-“Trini… ¡Oye! ¡Ven…
¡Que por dos duros…
Llevas también el besugo!
Que de vivo te acompaña…”
 
- “¡Anda…Paca…
No me toques la guadaña!”
 
- “Ya sólo me queda uno…
¡Por uno no te lo doy,
Antes se lo doy al gato…
Y aún me sale más barato!
 
¡Pues no faltaría más…!
¡Adiós señorito Tomás!”
 
Y mi abuela picarona,
Musitaba sin chistar:
“¡Ay pajarita…pajarona…
Nadie engaña ni engañará
A Doña Francisca Azcona… Azcona”

 
DOÑA  ISABEL  AZCONA  ISLA


Fotografía de: María Evangelina Cobo Zaballa
La abuelita Isabel
No pudo aprender a leer ni a escribir
Se quedó muy pronto viuda
No se volvió a casar
Decía…para muestra… nenita… una…



 
Regentaba su  fábrica de salazón
En La Ronda finca regia
Sola dos hijas crió Paca, Lola.
Uno temprano perdió… Simeón.
Decía…lo peor…madre que a un hijo entierra…
 
Era San José
Santo de su devoción
Ese día en Santa María
Misa Mayor…
Después, de las comidas,  la mejor
Su arroz…
Y para terminar…
Café con leche, mostachones y chorrito de coñac…
 
Y la abuelita  decía…toma… nenita… ¡Qué lejos  tu madre está!...Mañana será otro día… ¡No te olvides de rezar!
“Jesús, José María
 Te doy el corazón y el alma mía…”

* El delantal de trabajo de mi abuela Paca,  en el muelle,  no tenía puntillas...el de la plaza del mercado, sí.
 
María Evangelina  Cobo Zaballa
Castro-Urdiales   (Cantabria)

*Soy de Castro-Urdiales…pero fui emigrante en…Sao Paulo…Brasil…

S.O.S SERRA CANTAREIRA…PIDE AYUDA!