miércoles, 25 de enero de 2012

LA REINA DE CORAZONES






Venía del Brasil, con el corazón destrozado, el alma, en pena y dispuesta a no volver más. Había dejado a mí príncipe encantado. “Era un mozo rubio como la cerveza…” Desde, el momento en el que le conocí… Aún, hoy, tengo la imagen viva del encuentro. Cerca de las once esperando, el tren, verde y amarillo, de la Cantareira. “Nao posso ficar nem mais um minuto com você”…era una de las canciones de moda del inolvidable Adoniran Barbosa 
Cuando llegué a Castro-Urdiales, lo único que quería era romper con el pasado. No, soportaría saber que estaba con otra. Corté con aquello que recordaba mi fatalidad. Nada más llegar, me puse a buscar trabajo. Fue, ahí, cuando empecé a notar, las diferencias culturales. 
En Sao Paulo trabajaba, en el despacho de abogados, Pinheiro Neto&Gomes de Souza, era la secretaria del Dr. Alexis Juocys. Entré, por méritos propios. Ni padrinos, ni favores, ni conocidos. Me presenté, por un anuncio publicado en, O Estado de Sao Paulo y, tras, varias entrevistas conseguí, la plaza. 
La ubicación, en el centro de la capital. La oficina de alto nivel internacional, preciosa y el ambiente, amistoso. Los géneros, no marcaban la diferencia, sí, la eficacia y tuve, el gran honor de ser mencionada, en acta. Abogados, secretarias, oficinistas y mozos de recados, junto, con los respectivos despachos y salones de reunión, compartíamos, un amplio espacio de recreo. 
Algunos, comíamos, en el puesto de trabajo. ¡Era una verdadera delicia, el intercambio de tan variados menús! Aquí, un pedacito de rosbif, un *(1) chipironcito en su tinta, un trocito de lasagna…La primera vez que di a probar los calamares…los miraban con recelo. En aquella época, solo consumían jibiones, los japoneses y los españoles.
“O cafezinho”, circulaba por los despachos como cosa natural. Y, el jefe general, abogado y dueño, de la, afamada, empresa mantenía, las distancias con respecto y seriedad. El Dr. Zuca, su hijo, seguía el ejemplo. 
El despacho desarrollaba, un trajín insaciable. Sus gentes apresuradas, entre conferencias, papeles, reuniones no dejaban, por ello, de sonreír mostrando, sin darse cuenta, la belleza de la mezcla de razas. Podías apreciar sus ancestros por su aspecto, unos, más marcados que otros, pero, todos, tenían ese encanto que portan, en su ser los brasileños.
Encontrar trabajo como secretaria, en Castro-Urdiales, imposible, a no ser que tuvieras enchufe, padrino u otras encomiendas. En Bilbao, más, de lo mismo. Estaba, en esas, cuando, en un baile conocí, a un chico, por cierto, bastante apuesto. Iñaki era su nombre. Me dijo que era vasco, vasco y que jugaba, en un equipo. Me enumeró, una retahíla de apellidos, de bagaje y procedencia... interminables... y no sé cuantas cosas del tipo sanguíneo. Un tema más de conversación pensé… Por mi parte, le conté qué había aprendido con las familias vascas de Sao Paulo y lo buenas que habían sido conmigo y con mi familia. Por cierto, nunca escuche palabra sobre apellidos, linaje o calidad de sangre. El tema de reuniones y encuentros era guerra, dictadura y los males que habían ocasionado a la riqueza y cultura del pueblo. Siempre que podían hablaban de sus lugares queridos, nos enseñaban su canciones y bailes y alguna que otra palabra, en euskera. Así, los galleguiños, asturianos, catalanes…
Por, entonces, ir a Bilbao era, todo, un lujo de tiempo y de dinero. Iñaki era majo, muy majo, pero, a mí, lo que me interesaba, de su persona, era tener noticias de Bilbao y de la posibilidad de encontrar trabajo. Acostumbrada a conversar con el sexo opuesto, me parecía de lo más normal estar bailando y trocando impresiones. Yo, no sabía que, aquí, estar dos veces seguidas, con alguien del sexo opuesto era estar prometidos… ¡Buena burra hemos comprado!
Eso, debió de ser lo que, él, pensó y por lo visto y a los hechos me remito, no, le sentó demasiado bien que le dijera, bien claro, mis intenciones. ¡Jolines, Iñaki! ¿Tan mal te sentó? Que, ahora, después de cuarenta y cuatro años, te tengo de vigilante… ¡Claro! Amiguito de Maria de la O y de su maridito y socio del club. ¡Ja! ¿Qué le has contado a tú esposa? ¿Qué estás haciendo un favorcito a tus amiguitos? Si…Pues, no te preocupes que como sigas haciéndome, el seguimiento, voy a decir, a tú mujer, el porqué haces… ese… favorcito…
¡Jopé! y fardabas de cuatrocientos mil apellidos vascos y la madre de la arenera…Ya ves… chocholo… no hay más sangre que la que se pasea por las venas de cualquier mortal, ni apellidos que valgan. Aquí, como en cualquier otro lugar del mundo, lo que da clase y valía es la índole y tanto, tú, como, esa, cuadrilla de Tragalduas, no sois de fiar.
Mira lo encantadora que soy… voy a sugerir, dos, recetas, una, para preservar, el poco pelo que te queda y la otra, para que digieras, bien, el atracón que tienes de apellidos. En cuanto empieces a notar, la caída del imperio capilar, lo que tienes que hacer es nivelar, el PH y eso se consigue con zumo de limón: el zumo de un limón, después, del lavado, dejar cinco minutos y aclarar…Para el linaje… no sé como resultará porque se me acaba de ocurrí: Preparas, un *(2) talo bien grande, metes, el rollo racial. Eliges, el traje folclórico adecuado, (quizás el del caballo), una buena, botella de *(3) txakoli. Subes el Gorbea. Zampas, el talo. Le remojas con txacolí. Echas unos cuantos *(4) irrintziz. Bailas los *(5) aurreskus que te salgan de la *(6) txapela que para eso eres libre…Ah… no te olvides de saludar a la  Mari y baja en zancos…Me figuro que, de inmediato, irás a retratarte… con sorpresa verás que el resultado era el de esperar… mierda pura…si quieres con label… pero… mierda. 
Y como iba diciéndote…acuérdate de Jesús Cristo… porque te lo prometo por mis muertos que se lo diré a tú mujer para que deje de hacer la prima. Y sino… ¡Igual hago otra cosa mejor! Me agenciaré con tus cuatrocientos mil apellidos vascos y la madre de la arenera y los publicaré. ¿Vale?
¿Sabes, como he descubierto, el vía cruces y de dónde venía, tú, asidua vigilancia? De, una, mala pasada que me ha preparado, la funciones del ayuntamiento de Portugalete…Por esa mala baba, he conseguido saber, quién, dentro del ayuntamiento, llama a María de la O…ésta, de súbito, aparece con su séquito, a seguir con el acoso, nazi. No, sé su nombre, pero, dicen se parece a la reina de corazones…


* Alicia en el País de las Maravillas

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María Evangelina Cobo Zaballa
Castro-Urdiales   (Cantabria)