martes, 21 de enero de 2014

CASTRO-URDIALES CRÍMENES DE ESTADO




¡Hay un mar de fondo que pa/qué! En el reino, un puñado de dirigentes parecen no distinguir entre el hecho de ser infanta y ser ciudadana. La infanta, al ser hija del rey, hace parte de la corona, pero, no puede compartir la inmunidad atribuida al monarca. ¿Entiendes, Watson? ¡Es anticonstitucional!
La llama gamonal prende en fuego cuanto los imputados en dinero…En Castro-Urdiales, cuando no  marejada hay marejadilla…El alcalde, Sr. Iván González Barquín, sin dar solución a las obreras despedidas con dolo… Y, próximamente, a la orilluca de Cotolino, por orden del Juez, Luís Acayro Sánchez, paseíllos  a los requete imputados. El escudo ¡como las gaviotas cuanto más viejas más locas! Y, yo, como el buen vino… ¡sumando grados! Sesenta y seis añitos, recién cumpliditos y veinte después de un cáncer…!Eso es tener solera, Watson!
De lo nuestro, Wa…Uiii… ¡cuántos cui…cui! Como de costumbre bien organizados…haciendo ver, donde no hay y viendo donde no existe… ¡Vamos confundiendo al personal! Son cuatro, malandros,  a lo Mandaqui…
Watson…Acércate para que  nadie  nos escuche…Para confundir…mandaron a un castreño al  que, también, llaman Macario…El mi pobre, estaba esperando en la calle la Mar. Despistado, como él sólo, me seguía como sonámbulo…
Los que iban  acompañándome  al presenciar la movida… ¡unas risas!
No te rías, Wa, que es peor… no sea que se enfaden y me lo envíen a casa… ¿Y todo por qué? Porque me olvidé de decirte que el Macario, acosador, vive cerquita de una frutería.
¡Que sigan chinchando, Wa, que sigan…que en el pecado va la penitencia! Y en acto de contrición tomarán  sopa de letras sin condición.
Sí, Watson, sí. Esa es la doctrina que practican los cuatreros…A continuación, apareció un inquilino de “la besitos”. El de los toldos…años se ha tirado, el maromo, haciendo lo  del Macario. Tomaba el autobús. Cuando llegábamos a Bilbao, en la estación, venía a mi encuentro un vecino de Portugalete y hacía el seguimiento…Siempre era el mismo aún cambiando de horario…
¿El médico de Cruces?
No. Uno que, a menudo, salía de un portal, frente a la Olancheiro, y que ha seguido mis pasos las veces que tocaba turno. Tanto él como su pareja,  solían acercarse a las cabinas públicas cuando hablaba por teléfono. Tengo bien nítidas las imágenes previas a mi secuestro. Primero, en el hospital de Cruces, horas después, en el psiquiátrico de Zamudio… Cuarenta y pico, moreno claro, ojos negros y estatura mediana. Antes de presentarme por mí propio pié, en urgencias de Cruces, llamé a una persona para que me acompañara. Allí, en la cabina, estaba el controlador. El mismo que luego me acosaba…
Watson… ¿te he dicho que luego de ir a urgencias tenía concertada una consulta con Elias, el abogado? ¿Sí? Pero… ¿A qué no te he contado que fui con un montón de documentos y que cuando me soltaron, del hospital, faltaban? ¡Desaparecieron! ¿Por qué será?
Y, que después de tenerme secuestrada, durante una semana, fui dónde  el abogado y  no estaba. Y… contraté a una abogada…Y…como la lista, interminable,  sólo cobraba…Y cobraba…
¿Y por qué nadie hizo ni  hace nada?
¿De verdad quieres saberlo, Watson? ¿De verdad?
¡Agua va!
¡Porque soy rehén del Estado Español! Sí, sí y sí. Rehén del Estado Español por parte de dirigentes  de la ciudad de Castro-Urdiales y de Portugalete.
Sí, Watson, sí. Tres crímenes de Estado se han cometido conmigo. En, 1977,  me juzgaron por estar afiliada al PC. No condenaron el crimen,  el incesto. En los ochenta la policía nacional me arrestó sin motivo. Me tuvieron detenida, durante una semana, y tomaron mis huellas. ¡Como criminal por defender a mis hijos! Diez años después… el secuestro en Cruces y en el psiquiátrico de Zamudio.
¿Y por qué?
¿Por qué? ¿Por qué va a ser, Wa? Por el dinerillo, Wa, ¡por el dinerillo! que hoy disfrutan casi todos los que van desfilando por el paseíllo…
Yo, luchando y soñando…luchando y soñando…Y como el Caballero de la Triste Figura… ¡Palos llevando!



María Evangelina Cobo Zaballa
Castro-Urdiales   (Cantabria)