sábado, 11 de enero de 2014

MAMARRACHOS CON BESOS




Watson, un pasito pa/ lante/ https://www.youtube.com/watch?v=FkPrm0CGIjA
Es necesario un corte aquí y un remiendo allá…sino es imposible hilvanar…Antes de fallecer, Jacinto dejó bien claro que en el piso de gananciales encontraría toda la documentación necesaria y que  la sacara de allí. Se hizo lo que mandó. Mejor, mandé fotocopiar la documentación menos importante y el resto…ya te enterarás.
¿Que dónde fui a hacer las fotocopias?
Donde va la gente agradecida…las fotocopias se hicieron en una empresa familiar -A pesar de todas las presiones que sufrió el dueño de la empresa,  no reculó y extendió el documento  que demostraba que yo era la secretaria  de la primera asociación de padres de alumnos de Castro-Urdiales, XXV Años de Paz. Es mas, ratificó las denuncias y quejas interpuestas a la maestra Mari Luz Setien, 1976/1977-
Allí fui, Wa. Sin saberlo estaba desandando el camino…mientras, los cuatro y el del tambor seguían mis pasos. Yo ajena al férreo control de la banda. ¿Cómo te vas a imaginar una cosa tan asquerosa y bárbara? Controlando a una persona para aniquilarla y así tapar la infamia e indecencia de haber ocultado y sofocado un terrible crimen para disfrutar de lo robado.
Sí, mi niña, sí… ¡Tan terrible como el incesto! ¡Tan criminal como la pedofilia!
¿Y qué mortal puede imaginárselo? Y… ¿En qué cabeza cabe que desde el poder que disfrutan, unos cuantos amorales,  pueden a llegar a controlar, vigilar, distorsionar, manipular y robar  día a día, la vida?
¿Eh, Wa?
Pues sigue archivando…El tiempo me pasó, Wa. ¡Por la gloria de mi madre! Se me escapó…Yo, seguía haciendo fotocopias. En esa empresa pedí permiso y dejé el carrito de la compra. Tenía que hacer varios recados, subir y bajar escaleras. El carrito estaba lleno de basura para reciclar. Cuando lo recogí estaba vacío. Cómo no era la primera vez que me acontecía. -Principalmente cuando dejaba el carrito en el hipermercado, Dia- Pregunté haber quién había estado en el local. Nadie, dijeron. Apunté el hecho. Luego me enteré de las relaciones que tenían con la familia, Carrasco Cantero y Carrasco Carrera, ya sabes…Watson, la familia que desde niños frecuentaban la casa de Jacinto.
Más tarde noté que uno de los hijos, el de la calle la Mar, cada vez que pasaba, me silbaba. Yo apuntando…Luego venía “mamá besitos”. Y me percaté que cuando se me acercaba “la besitos”- por lo general sábados y festivos- me daba los besitos señuelos…y a continuación, uno o una que no era del pueblo, me seguía y silbaba…Judas Iscariote que vendió el señor…
Un buen día, “la besitos”, me pide dinero prestado. Dijo que no tenía. En memoria, del bien recibido, la presté dinero…Casi lo que tenía en el banco…La vi tan llorona…tan desesperada…me dio tanta penita que se lo dejé. Hice lo que en aquel momento tenía que hacer. Ser bien nacida y devolver el favor.
Lo que nunca me podía imaginar es que, “la besitos señuelos”, vino para saber cuanto tenía e informar a San Primo…parece ser que le han debido solucionar los problemas que tenía en el juzgado…
Ahora, pedazo de mal nacidos… ¡hago lo que tengo que hacer!
¿Y de dónde sale esa sabandija?
¡De la misma pila bautismal! Watson, de la mismísima.

Por cierto, Watson, soy inmensamente feliz. He alcanzado sueños que jamás pensé. Estoy viva y lucida. No tomo ningún tipo de antidepresivo ni medicamento para nervios o cosa parecida. No tengo la menor intención de acabar con mi vida… ¡Con lo que me ha costado! Desde que tengo uso de razón he trabajado para comer. Nunca he sido una mantenida ni lo pienso ser. No pertenezco a partido alguno y Dios me libre de pertenecer. Si necesito ayuda o protección sé el camino que lleva a Cáritas o  al Cuartel. Si los cuatro y el del tambor se permiten el truco de rodearme es para hacer creer…
Uiii…Watson…por si me pasa algo…ahorita lo largo…y… a continuación salgo…
Pon todos los recursos que tengas en acción. Una de las personas que estaba ingresada, en Zamudio, cuando me secuestraron vive en Castro-Urdiales. Frecuentaba el Paris. Ella y su marido suelen estar o en la frutería o en la bodeguilla que está frente a la gasolinera de la calle Santander. Según lo que me han dicho se llama, Carmen Ramírez. Cuando aquello era rubia ahora morena…
¿Sabes por qué te lo cuento, Wa?
Porque cada vez que pego la hebra pública me aparece cual Belfagor.
¿Por qué será?
Por la misma razón que se paró la ambulancia de Osakideza. Por la misma razón que salieron los enfermeros. Por la misma razón que hicieron la pantomima y aquel extraño amago de acercamiento cuando estabas acompañada y delante de testigos…no hace mucho.
Y… ¿Recuerdas, Wa, a quién dije que los juzgados y las ambulancias me aterraban?
Sí, mi niña. Sí. Al psicólogo...Cui…cui…cui…cui…cui…cui…cui...cui...cui...cui...cui.

María Evangelina Cobo Zaballa
Castro-Urdiales   (Cantabria)