Fotografía de María Evangelina Cobo Zaballa
¿Horizontal?
¡Mi no entender!
Tú
no entender, lo que no querer…Watson…Pues, el infeliz, en un momento de
ensoñación soltó un carrete de metro sexual…Se me mostraba requetelimpio y
oliendo a lo barón *(1) dendé… ¡Ufff!
¡Qué peste! Con la disculpa de darme información, me abordaba, soltaba hilitos de oro y se
insinuaba diciendo que si yo quisiera…si yo… ¡me regalaría la bobina entera!
Bien, pensé…¡toca hilar en verde! aguantaré la peste hasta lograr que afloren
los hilos que prometían ser de buena seda…Y…
¡No
me digas, morena, que en horizontal!
No
corras tanto…Wa…bien sabes que la familia te viene dada…antes de horizontal
prefiero un buen vertical en todos los sentidos de la palabra…
¿Sigues
buscando al príncipe encantado?
Sí,
Wa, que me haga sentir princesa ¡Ahhh! Y
que huela a limpio… Pero, sigamos con la
rueca…como el borono prometía… Ora hilando en verde ora en delgado, le dejé
caer sin decir nada que… bueno…si…él soltaba las prometidas prendas…Le quitaría
el polvo de tal manera que jamás, en su
vida, iba a estar tan limpito y relajado…
¡Y
te creyó? ¡Oh cielos qué horror! ¡Pobriño!
¡Pues
sí…! Y estaba de un subido…Que tejió y destejió unas cuantas madejas dando los
nombres de quienes entraron en casa y los comentarios que hicieron…
-Por
cierto… A vosotros, delincuentes que habéis entrado, en mi casa, sin permiso os
invito a que vengáis, ahora. Sí, en invierno, no tengo la cocina en las mejores condiciones. La ventana y
puerta de acceso al balcón están rotas. El extractor no funciona por lo que la
grasa se adhiere a los azulejos. Durante la estación fría procuro estar, en la
cocina, lo mínimo posible. Elegí gastar hasta el último céntimo en descubrir
los crímenes ocultos que me han desgraciado la vida y sus responsables. Preferí
y prefiero pasar todas las necesidades que sean precisas antes de gastar lo que
tengo para seguir tirando de la manta. ¡Las consecuencias las sufro yo!
Afortunadamente, he conseguido criar a mis hijos. Son adultos y dueños de su
vida. Con la mía hago lo que, en su momento, no pude hacer... ¡y soy muy feliz!
Para vuestra información la limpieza mayor la hago durante la temporada calida.
Cotillas, desvergonzados, lame culos, arrastrados… ¡manguis con grado! ¿Cuántos
puestos de trabajo os van a adjudicar por tal atropello? ¿Eh?-
Y…¿
te dijo quienes eran?
Se
despachó bien a gustito, probablemente, animado por la recompensa…
¿Los
conozco?
¡No
los vas a conocer! Wa, Pertenecen a una de las familias imputadas…
Ya…
entiendo como la canción que dice…
¿Y
qué vas a hacer con el ordenador? No te olvides dije que habían andado, en el
rúter y en el cable…
Voy
hacer lo mismo que hice con llaves,
alarma y averías varias, dejarlo estar y seguir investigando… Total, ¡para lo
que me han valido las denuncias!
¡Ojo
al dato morena! Han podido manipular el ordenador y conectarlo ¡a saber donde!
Bueno,
a la larga todo se sabe…Mira, por la promesa de un polvo, la polvareda que se ha levantado…
Y…
¿qué hiciste con el polvorón?
¡Jajarajaja!
Estaba de un jacarandoso… Me miraba de arriba abajo, se relamía el belfo, y,
cuando le tenía a punto de pedir lo prometido…para no humillarle…
¡Qué!
Saqué
del bolso un paquetito muy adornadito y se lo di…El, tembloroso, apenas podía
abrirlo…Cuando lo abrió creí le iba a
dar un telele…Y, de verdad, pasé un poco
de reparo…Porque, el infeliz, no consiguió articular palabra…
¡A
saber qué le regalaste!
¡Ja,
Wa, a ti te lo voy a decir!
¡No,
lo que te estás imaginando! ¡Te tengo
dicho que las intimidades son de dos y de nadie más!
¡Dime,
ya, qué le regalaste al pipiolo!
Lo
prometido, Watson, sólo lo prometido. Una bayeta especial anti adherente y un
abrillantador.
¡Te
pasaste! Te lo juro por la estampita del
niñito Jesús que te has pasado, morena…
¡Uiii,
Wa! Una vez aireado el soponcio, le dio un arrebato que, por momentos, pensé me
iba a romper el morro…Se me figuró ver al toro que toreaba el pájaro loco y en
cuyos ojos estaba escrito la palabra ¡GO! ¡Madre del amor hermoso! Pensé
¡sálvese quién pueda!
¿Echaste
a correr?
¡Ni
por un cerdo de oro! Watson. Ante peligro de fieras… ¡quieta parada! Aguanté el
chaparrón. De aquella boquita perversa,
aprovechada y chaquetera salió de todo menos bonita. Sus ojos como dos
semáforos iban cambiando de color.
¡Ay!
Wa…Cuando amarillo y tiritando de rabia, me puso la mano en el hombro… Le dije, ándate con tiento que… ¡gravando! y con la misma
cogí el móvil que tenía preparado y me puse a charlar con…Merche… ¿qué te
parece si se lo decimos a su mujer? ¿Mejor a los chivados?
¡Buenooo! Y…
Se
quedó como Charlot en cine mudo…y haciendo mil gestos y cruces se fue. ¡Hasta
hoy!
*(1) Aceite de Palma
Estoy en el Aula de Cultura Eladio Laredo
Ordenador nº, 7.
María
Evangelina Cobo Zaballa
Castro-Urdiales (Cantabria)