jueves, 26 de septiembre de 2013

INMUEBLES HOUSE ÁNGELA ONA




¿Por qué piensas, Watson, que me ha pasado   en Portugalete? Te suena? https://www.youtube.com/watch?v=wy04c-6DEgE Entre muchas cosas porque parece ser que los cuatro y el del tambor tenían otras miras para él - Te recuerdo que el edificio de Portugalete solo tiene tres pisos y tres propietarios. Cuando le compré, el  2º estaba vacío y sus propietarios vivían, en Argentina. Antes de ir a vivir  a Las Arenas había preguntado por el piso de Portugalete… como puedes ver  llevaba una pila de  años sin vender-
Llegué  vi las posibilidades que me brindaba el inmueble  y en tres días le compré. En media palabra, les chafé el plan. El caso es que idearon lo de las llaves y complementos. Sabían que la mayor parte del día estaba sola, no fue difícil conocer mi horario  de compras, recreo y desplazamientos   Comenzaron el control por las esquinas y el acompañamiento de  vecinos, amigos y familiares, todos,   relacionados con el ayuntamiento y gremios de la construcción. Cuando me di cuenta seguí como si nada para tirar del hilo y enhebrar bien las agujas…Pero eran más y con poder, absoluto, sobre las personas y las cosas y me hicieron lo que les apeteció… ¡Ya sabes como se las gastan los nazis!
Sí, ¡nazis! Esa tortolita, su familia y amiguitos, con sus apellidos rimbombantes, abrasantes y aplastantes, cuando veían que iba a cambiar la cerradura… ¡Atento, Wa, con una llamadita y una ofertita de trabajito clientecitos  y dinerito… la copia de las llaves estaba garantizada…¿O no?
 ¡Anda, Watson, no pongas esa cara! Hay gente para todo… y cuando campa el  becerro de oro…Adorado sea el Santísimo sacramento del altar y la virgen concebida sin pecado original…
Y así pasaron muchos años…He gastado más en cerraduras y cerrajeros que en un viaje, al Paraty… ¡Con las ganas que tengo de ir, con el amor, allí!
Después de la muerte de Jacinto, volvimos  a  Castro-Urdiales, en la casa de gananciales, o sea, en la comunidad de Menéndez… y como te vengo explicando se abrió, nuevamente, la veda y aquí se repetía lo mismo que en Portugalete.
Era idéntico método y  tipo de personas haciendo lo mismo. Una diferencia marcaba el camino. Somos  nacidos en Castro-Urdiales. En la comunidad  donde vivo he criado a mis hijos y he ayudado a criar a otros hijos no biológicos.
En mi pueblo conozco gente de mi generación y la generación de mis hijos, sin olvidar que me crié con los abuelos y mantengo todas las amistades desde cuando iba a las escuelas públicas. Aparte gozo del cariño y del respecto de la gente de buena voluntad, principalmente, de los bien nacidos.
Llegar a desentrañar las madejas ha sido muy costoso y doloroso pero ¡Eureka lo he conseguido!
Ahora, Watson,  te voy a contar cuando y dónde fue  la última vez que cambié de cerradura…
-Vine a vivir nuevamente a Castro-Urdiales para cumplir una promesa. Cuidar de mi hacienda e investigar el papeleo e información  que Jacinto me había dicho  encontraría en la casa de matrimonio.-
No es necesario repetir lo que me han hecho sufrir los cuatro y el del tambor…Pensé que una temporadita lejos de la infernal chusma, me vendría bien, sobre todo, porque tendría más  a mano  a  mi amiga, madrecita y hermana del alma y a su familia.
Como no había manera de dar solución a la marabunta de termitas que se babeaban y se babean por deglutir mi casita, decidí ponerla en venta. Por recomendación, me puse en contacto con una inmobiliaria de Bilbao. No recuerdo si se llama Ona de Sinvergonzona o Sinvergonzona de Ona. Después de la primera entrevista y papeleo se hizo un contrato. Faltaban papeles que pedía el abogado de la inmobiliaria y los presenté. Todo iba bien. La dueña de la inmobiliaria amable. Se hicieron las fotos precisas de la vivienda y aporté lo que me pidió.
A medida que íbamos barajando las posibilidades de venta llegamos a la conclusión que, quizás, sería mejor hacer la rehabilitación. Me puso en contacto con una persona que, según ella, estaría interesada en hacer la rehabilitación porque su empresa…Deon… Dion…Delon… se dedicaba a esos menesteres y que estaba segura, esperaría a que se vendiera una de las viviendas, resultantes de la segregación, para cobrar la factura de la obra. ¡Era una buena solución!
Vender la casa de Portugalete, para mí, era un verdadero sacrilegio. Había luchado tanto por ella. Sus paredes están impregnadas de sueños, ilusiones y lucha sobre todo lucha…Y tenía una penita…  Pero… ya se sabe una retirada a tiempo es siempre una victoria…
En una de las conversaciones mantenidas con Angelita me confié y  conté lo que me pasaba con las llaves del piso de Castro-Urdiales y de el porqué  no podía ir a ninguna ferretería a comprar, una cerradura, porque acaban haciendo copia de las llaves. Se prestó a comprar me una   en una ferretería de Abando. El tendero  aseguró que el cerrajero iría, a Castro-Urdiales, a colocarla pasado el puente.
En aquel momento no tenía dinero para pagar. Angelita pagó y puso la factura a su nombre. Acto seguido…y como quién no quiere la cosa… me pidió que le dejara las escrituras, originales, de la vivienda de Portugalete porque  el abogado tenía que cotejar las originales con las fotocopias. Le aseguré que no tenía  costumbre de dejar las originales a nadie, que volvería  otro día y aprovecharía para  pagarla el importe de la cerradura.
Era un fin de semana con puente…Como insistía en que bueno…que…claro…que…por qué no…dejar las originales…Pensé…esto me huele a chamusquina si es un puente que más  da las originales, ahora, que el lunes… ¡Nada de originales! Y nada de trato con, la Angelita…Y sin pensarlo dos veces ideé comprar una nueva cerradura y dar el cambio dicho y hecho. ¿Qué me llevó a tal inspiración terrenal? Pronto se desvelará…
Entonces, Wa, como los controladores  tenían una vez más el objeto de sus desvelos, la copia de las llaves. No me siguieron y pude comprar, en Vizcaya, una nueva cerradura para el piso. Di el cambiazo, puse la cerradura en la caja  con el envoltorio de la ferretería de Abando. Cuando vino el cerrajero puso la cerradura del cambio.
Salí de casa a la hora habitual. Cuando llegué habían intentado abrir la puerta de casa y al no poder abrirla dejaron mal la cerradura. Llamé al cerrajero, al poco rato vino.
Yo no perdía detalle. El cerrajero examinaba y daba vuelta que te vuelta a  la cerradura…Me miraba, con el rabillo de los ojos, y miraba  la caja…Después de hacer varias llamadas sacó la cerradura y por la abertura de la llave, primero,  la arreó un martillazo y luego estuvo manipulándola. Le pregunté qué pasaba  y me dijo que era un pequeño defecto y que ya estaba solucionado…
Ahora puedo decir que solución me había propinado… pero, en aquel momento no me di cuenta… ¿Quién puede imaginar tantas malas artes? La confirmación del amaño vino de inmediato. Solo tuve que hacer lo que hacía dejar marcas…Una  vez más… tenían  la llave de mi casa en su poder y con ella acceso a mis papeles y a mi intimidad.

“El artículo 451 del Código Penal castiga al que "con conocimiento de la comisión de un delito y sin haber intervenido en el mismo como autor o cómplice, interviniere con posterioridad a su ejecución ocultando, alterando o inutilizando el cuerpo, los efectos o los instrumentos de un delito para impedir su descubrimiento". 


María Evangelina Cobo Zaballa
Castro-Urdiales   (Cantabria)

Watson... ¡Fíjate en  www.mybestcv.co.il/TextPage.aspx?id=7978235
y no le quites el ojo de encima! No sé quién hace esto ni el porqué…¡Ni desde cuándo!


1                            María Evangelina Cobo Zaballa



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