martes, 30 de octubre de 2012

LAS ARENAS-PORTUGALETE-CASTRO-URDIALES





Estábamos en 1992. Mis hijos terminando sus estudios superiores. Yo, acababa de terminar el doctorado. Había conseguido una plaza de sustitución por un año en el instituto de Lasarte. Desde que comencé a percibir un salario fijo y estar  asegurada prohibí a Jacinto Lococo Cortázar que entrara en mi casa. Hasta entonces le permitía que viniese cuando quisiera a ver a sus hijos y le servia la comida. ¡Todo para que mis hijos no anduvieran como maletas de restaurante, en restaurante! Y, sobre todo, para que no tuviesen que aguantar aquel energúmeno durante toda la tarde y privarles de disfrutar con normalidad de sus amigos.
En el instituto mencionado conseguí animar a los alumnos a  que se apuntaran a las  becas para perfeccionar el inglés. Hice otro tanto y solicité una beca para ir a Estados Unidos como tutora. Me presenté a la solicitud y obtuve la beca. Anteriormente, había estado en la tierra de Eudora Alice Welty, conocía y amaba su cultura. Había elegido Literatura Americana como asignatura optativa. Aparte de conocer el norte del país tenía dos proyectos en mente. Por un lado quería  verificar en vivo y en directo si era cierto que en América había oportunidades para dar clases  y  si, el sueldo, valía la pena.
El otro motivo  estaba relacionado con mi tesis doctoral. Estaba trabajando sobre la obra de  la  escritora española, María de Zayas y de Sotomayor. Entre investigación e indagaciones descubrí que en la Universidad de California, un profesor había realizado su tesis doctoral sobre el hispanista y traductor, John Stevens, autor intrínsicamente  relacionado con la obra de la escritora española, María de Zayas y de Sotomayor.
Cuando aquello, aún no se tenía acceso al milagro de la comunicación, la Señora y Dueña de todo lo habido y por haber, Internet. ¡Y mucho menos a Watson! Me pasaba lo que en tiempos de  emigración sucedía a los emigrantes pobres, había teléfono, pero, no había chines. Y, eso de ver al otro… ¡en sueños! Las llamadas costaban un buen pellizco y ponerme en contacto con la persona adecuada. ¡Imposible!
¡En la vida llego tarde a todo! Y, mientras voy llegando como no me da la gana de cerrar los ojos ante obstáculos insufribles para cuando  los rodeo, me lastima el tiempo. ¡Podía haber estado dando clase donde están otros! Pero, el precio era demasiado alto o quizá no tenía necesidad… ¡Vete a saber! Llego tarde, aunque la dicha sea buena… Y… llegué a lograr  mi sueño americano!
Cuando el avión aterrizó, en  Madrid,  se escucho una voz que decía: “Never again!” Pasado el susto de miedo…Relatado con pelos y señales a las intimas… Y prometiéndome una y otra vez como si de  central nuclear se tratara, never again! Hasta tal punto fue repetida la frasecita que las  compañeras de facultad, amigas y conocidas nada más verme cachondeándose  decían, ¿Con que  querías alcanzar el sueño americano verdad? “Please, repeat with me, never again, ok”
Sí, sí, sí. Lo conté, lo conté y lo conté.  A pesar de que  el macizo y guapetón que me acompañó hasta mi llegada a Madrid me dijera, así, como quien no quiere el disimulo que no lo contara…fue lo primero que hice. Y no lo llevé a la prensa por respecto y agradecimiento a todas aquellas familias que se habían portado conmigo de maravilla.
Eso, de que me manden ir en contra de mis propios sentimientos e intereses ¡me da un prurito! que no lo puedo remediar y lo suelto a la primera. ¡Yo, no mando a nadie que haga esto o aquello! ¡Allá cada cual con su conciencia! si la tiene. ¿Por qué tengo que hacer lo que a otros les viene en gana? Nada, que de siempre mis decisiones las he tomado, yo, y nunca culpo a nadie de mis equivocaciones.
Entre las cosas buenas que descubrí, en Milwaukee, aparte de sus acogedoras y solidarias gentes fue el sistema sanitario. Cuando, Linda y su hermana, María José, se dieron cuenta que la sinusitis que padecía no remitía, me acompañaron a la clínica. En la clínica, después de examinarme, detenidamente, me dijeron con gracia: “¡Ni que fueras de Milwaukee!”, haber si resolvemos tu sinusitis como a nuestros paisanos que la padecen durante todo el año. Me dieron unas pastillas para quitar la infección y el dolor, las justas y necesarias. Ni una más ni una menos. El doctor que me había examinado me dijo que habían notado un pequeño bulto, en uno de los senos. Me preguntó si tenía costumbre de hacerme la revisión  le dije que, antes de hacer el viaje, me habían realizado citología y mamografía. Me recomendó que nada más llegara a España  repitiera la mamografía.
De vuelta a casa con  los sueños y las pesadillas del  país de Ralph Ellison, en mente, lo primero que hice fue saber donde tendría trabajo. En  listas de sustituciones tocó desplazarme al instituto, Pío Baroja, de Irún. En cuanto pude fui a realizar la mamografía y como iban a tardar decidí hacerla en  clínica privada. El bulto era un nódulo de grasa. La citología resultó salvadora tenía un carcinoma en el útero. Cáncer. Comenzaron con los pedacitos para ver si…si…no…
¡Nada! A quirófano y todo fuera. Para qué demonios me iba arriesgar si la célula avanzaba como un ciclón caribeño. ¡Nada, lo que no paga impuestos a la calle!
Sustos tras sustos, pero, gracias a Dios bien.
No había pasado el mes de la intervención. Nos llega una orden  de embargo. Jacinto Lococo Cortázar,  había hipotecado la vivienda  donde vivía con mis hijos.

- Jacinto Lococo Cortázar, no cumplió el pago de pensiones establecidos por ley, en la Audiencia de Santander, y, posteriormente, en el Juzgado de Laredo. No. ¿Que hacía? Depositaba el dinero, en una libreta a nombre de mis hijos y mío, en la Caja de Ahorros de Santander de Castro-Urdiales. La Caja de Ahorros de Santander, hoy, Caja de Cantabria. No han querido informar a quién enviaban la correspondencia.
Ni yo, ni mis hijos tuvimos conocimiento de los ingresos, hasta, encontrar los papeles tras la muerte de Jacinto Lococo Cortázar. Los documentos  de la Caja de Ahorros de Santander, hoy, Caja Cantabria, muestran como las libretas que venían a nuestros nombres fueron utilizadas para pagar, entre otros, un coche a Ana María Gallastegui Roca. La niña que venía a los cumpleaños de mis hijos y que pasó a frecuentar  la casa de Jacinto Lococo, con apenas doce años.-

-Antes de ir a trabajar como tutora a Wisconsin, Jacinto donó, la vivienda de las Arenas y un pequeño  local, en Castro-Urdiales. Cuando mis hijos me comunicaron que su padre tenía intención de donarles los mencionados bienes. Les dije que no estaban en situación de rechazar nada, pero, que eran bienes gananciales. Cuando se nos presentó el embargo es cuando comprobamos que el Sr. Don, Jacinto Lococo Cortázar, hermano del ex magistrado del Tribunal Supremo de Roma el Excmo., e Ilmo., Gaetano Lo Coco Cortázar, en estrecha relación de intereses familiares con la Notaria Arenal, habían donado a mis hijos dos propiedades hipotecadas, hasta, el tuétano. Primero el padre, el notario Arenal Bedoya, con mis bienes gananciales montó la empresa, Conservas Nicola Lo Coco SA, 1984,    y luego el hijo, el notario, Arenal Otero, volvió a repetir la poca vergüenza y abuso de todo-
Conseguí parar el embargo y el consecuente desahucio. Gracias a mi pericia, habilidad y previsión, principalmente, previsión. Y, digo previsión porque cuando se toma  una decisión, la que fuera, se tiene que prever lo bueno y lo malo. Menos para elegir marido por circunstancias de la vida y la familia que me vino dada, para el  resto he sabido ser previsora y merced a ello sobrevivo. Cuando compré el dúplex, en las Arenas, me decidí por el que tenía dos entradas independientes. En la escritura se describía como si fueran dos viviendas. En su día pensé…El piso es enorme… Si,  los mozos se quieren independizar retiro  la escalera, monto una cocina y sanseacabó.
¡Mira por donde! Aquella previsora decisión me brindó la posibilidad de separar los pisos y empeñándome hasta la tranquilidad conseguir la proeza. Amueblé el piso y quedó precioso. Lo vendí por debajo del precio habitual. Y de golpe, paré el embargo, el desahucio y las deudas que Jacinto Lococo Cortázar, había donado a los hijos con el asesoramiento de su hermano y la ejecución en la notaria Arenal.
Los costes de la comunidad de las Arenas suponían un gran esfuerzo y al dividir el dúplex  no podía alquilar habitaciones. Decidí vender la otra mitad. El nuevo proyecto era montar una academia. De esta forma, mis  hijos tendrían trabajo, sueldo para mantener los gastos originados y  experiencia, requisito indispensable para conseguir empleo. Nos pusimos manos a la obra. Con el dinero de la venta, después, de pagar otras deudas donadas por Jacinto Lococo a sus hijos.
Compré el piso de Juan de la Cosa, 4, le reformé y creé una academia de estudios. Mis hijos daban  clases y yo me encargaba del resto. Todos los profesores que se contrataron durante aquellos años tuvieron el contrato de profesor. No tuvimos más que contratiempos por parte del departamento de obras del ayuntamiento de Castro-Urdiales ¡Ahora, sé porqué y quién me los creaba!
Me sobró lo justo para dar entrada a la casa de Portugalete. Para  obtener la hipoteca di como garantía la propia casa y  la nomina que percibía por mi trabajo como profesora. Una hipoteca cuyos intereses eran de los de…baje Señor de los Cielos… ¡y a la hoguera con  estos sinvergüenzas! que mientras cobraban intereses de  el 9% no decían nada y callaban como putos. Y, después de haberse puesto las botas y los botines  han calzado a los pueblos con sus despropósitos y desmesuras tóxicas.


* Veo…veo… ¿qué ves?...una cosita…
Nada más salir por la mañana… de frente el hermano del embajador de Méjico. Cruzo la calle haciendo esquina, la nuera de Florita...y…otra  rosa…y otro capullo y…Hoy no ha aparecido, Olabarria, ocupaba su lugar, Amurrio…Olabarria, Amurrio y otro que también baila fueron los directores del BBVA. Durante su oficio permitieron que Jacinto Lococo Cortázar, hipotecara las propiedades de gananciales, sin mi firma. La mayor parte de las hipotecas se realizaron en el año 1992.

Y… ¿Por qué, Caja Cantabria, no me quiere dar el movimiento de las libreta que estaba a mi nombre y que Jacinto Lococo Cortázar, utilizó sin mi consentimiento?
Y… ¿Por qué, el BBVA no quiere darme el movimiento de todas las cuentas de Jacinto Lococo Cortázar si tengo derecho?
Y… ¿Por qué, el BBVA hipotecó todas las propiedades de gananciales, sin mi firma?
Entonces… ¿Es que el BBVA no sabe que no se puede hipotecar bienes gananciales sin la firma de uno de los conjugues?
Entonces… ¿Es por eso que tengo la los directores que oficializaron el mandato alrededor mío?
Y…entonces… ¿Es que en el lote de acompañamiento entran familiares y amigos?
Y… entonces… ¿Es que el BBVA después de los delitos cometidos pagan a sus empleados para acosar a la victima del expolio sufrido?
Y…entonces… ¿Es por eso que tengo cuando no a los Olabarrias, cuando también a   los Amurrios? Y el otro...
¿A ver si el movimiento de cuentas va a sacar a flote más niños, niñas, adolescentes y sus respectivos hijitos? Y…las familias consentidoras…y…las autoridades implicadas…y…
¿Watson, has encontrado algún cerdo?


María Evangelina Cobo Zaballa
Castro-Urdiales   (Cantabria)

* Watson…No sé quién hace esto ni el porqué… ¡Ni desde cuando!
Pero como veo que le gusta tanto…tanto…tanto…mi blog…hasta el punto que sale su www.mybestcv.co.il/TextPage.aspx?id=7978235
He decidido añadir los textos y de esta manera dar más satisfacción al insatisfecho…
Aviso…yo, no comercializo con mis artículos…letrillas…letrinas…traducciones… ¿Vale?